Los presidentes y diplomáticos reunidos en Francia instaron a los representantes de la oposición a "tener más unidad" y conformar "una alternativa más creíble" que pueda hacer caer al gobierno. Por su parte, el mandatario anfitrión, François Hollande, pidió con insistencia a Rusia y China que pongan fin al bloqueo de nuevas resoluciones de la ONU contra Siria. Es que ambas potencias (con derecho a veto en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU) boicotearon la reunión de París.

"Al que apoye el despreciable régimen de Al Assad a fin de impedir el caos le digo: tendrán el régimen más despreciable y además el caos", aseguró el presidente galo, quien consideró que la situación actual pone en juego la paz y la seguridad en todo el mundo.

En tanto, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió a ambas naciones que dejen de estar al margen y advirtió de la posibilidad de que el conflicto estalle en toda la región. Siria, dijo, es un país con "una maquinaria de guerra amplia".

En la declaración final del encuentro se apela "urgentemente" al acuerdo, basándose en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas y pide a Al Assad que abandone el cargo y ponga fin de inmediato a la violencia. "Assad tiene que entregar el poder", se afirma en el escrito, que asegura que la creciente represión y la violencia en Siria ponen en peligro la estabilidad de toda la región.