La protesta había comenzado el martes de la semana pasada en repudio al recorte de salarios por la aplicación del decreto 1307, aunque luego el Gobierno anunció la restitución de los adicionales y la renuncia del funcionario del Ministerio de Seguridad Raúl Garré, hermano de la titular de la cartera.

"No damos el brazo a torcer todavía", sostuvo Maza, uno de los ocho agentes de la fuerza que fueron pasados a disponibilidad por encabezar el reclamo y quien explicó que la ausencia de uniformados en las puertas de la sede de Gendarmería se debe a que "tuvieron ayer planes de llamada", lo que los obliga a permanecer en sus puestos por tiempo indeterminado hasta que lo disponga la superioridad.

En el edificio Guardacostas, sede de la Prefectura, no había manifestantes. No obstante, Maza, el gendarme, insistió que algunos miembros de ambas fuerzas "nos vamos a quedar hasta que tengamos una respuesta. Ayer, caminamos hasta Plaza de Mayo para llevarle este mensaje directamente a la Presidenta", y desafió: "Un gobierno que lleva ocho años no sabía que esto pasaba internamente. La están asesorando mal a la señora Presidente".

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió que el Gobierno puede "analizar muchas alternativas" para resolver el tema, aunque criticó la forma de la protesta que carece de "las características normales y habituales de un conflicto normal".