Lombardi informó que Benedicto XVI proseguirá su programa de actividades hasta su anunciada renuncia el próximo 28 de febrero. Mañana presidirá la liturgia del Miércoles de Ceniza, que marca el principio de la cuaresma y que podría ser la última gran ceremonia en la que participe como Papa.

Además, participará como de costumbre en la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro y recibirá en las próximas semanas a obispos y visitantes extranjeros. "Hasta el 28 de febrero, el papa Benedicto XVI seguirá siendo nuestro papa, con todas sus funciones", dijo Lombardi, quien reiteró que la renuncia del pontífice no se produce por ninguna enfermedad grave.

El vocero vaticano informó también que el pontífice celebrará su última audiencia pública el próximo día 27 en la Plaza San Pedro para permitir que los fieles que lo deseen puedan asistir a la misma y despedirse.

Una vez que Joseph Ratzinger abandone el papado, vivirá en un convento de monjas de clausura dentro del Vaticano, que actualmente está vacío ya que las religiosas se trasladaron a otro lugar. El lugar está siendo reformado para acoger al Pontífice alemán, agregó el portavoz, quien dijo que se desconoce quiénes vivirán allí con Ratzinger.

Benedicto XVI abandonará el papado a las 20 horas de Roma (16 de Argentina) el próximo 28 de febrero porque esa es la hora en la que normalmente deja de trabajar todos los días, informó el portavoz. Lombardi precisó que no existe ningún motivo "jurídico" en esa decisión del Papa, "quien consideró esa hora como el momento de hacer firme su renuncia, ya que es el momento del final de la

jornada laboral".