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"Mi hipótesis principal tiene que ver con la connivencia entre los dirigentes de la fuerza y el delito narco", sostuvo Rossi, quien agregó que el problema radica en que "el nivel de complicidad que existe entre sectores de la policía y los narcos es altísimo y eso permitió que (el delito) crezca tanto en Santa Fe como en Rosario".

Rossi dijo que "necesitamos conducción y decisión a la hora de indicar hacia dónde va la política de seguridad" de Santa Fe, cuyo anterior jefe policial está procesado y detenido por presunto encubrimiento a un narcotraficante. "Yo propongo que en el marco de esta situación de crisis el gobernador intervenga la Unidad Regional II (policía de Rosario) con un civil que sea de su confianza y tome decisiones inmediatas".

Rossi consideró que "la situación en Rosario es grave y se sigue agravando" y detalló que mientras "en toda la provincia de Córdoba se registraron 64 homicidios dolosos entre enero y abril de 2013, sólo en el departamento Rosario en el mismo período hubo 82 asesinatos".

El legislador señaló que "en la provincia y Rosario tenemos un problema endógeno" por lo que "tratar de deslindar la responsabilidad sacando el problema de las esferas del Estado provincial nos lleva a agravar las cosas". Para Rossi, ante esta situación "el gobierno provincial debe recuperar confianza y debe tomar medidas para generar eso en la ciudadanía", e insistió con que "hay que intervenir la regional, convocar a los poderes municipales, comunales y realizar un trabajo de participación comunitaria".

El diputado calificó como "un falso discurso" aquel que reduce el problema a un enfrentamiento entre integrantes de bandas delictivas que no produce efectos en el resto de la sociedad. "Algunos dicen que estas venganzas son fenómenos que afectan solamente al mundo de la marginalidad. La frase que mejor resume esta idea es 'se matan entre ellos'", sostuvo Rossi. Agregó que "esto es absolutamente falso" porque "los ajustes de cuentas y las disputas territoriales entre bandas narcos son hoy el principal motivo de inseguridad para los rosarinos". "En los barrios de Rosario -continuó Rossi- nadie se siente a salvo de caer en el medio de una balacera", y añadió que "el mejor ejemplo de ello es el asesinato de Mercedes Delgado, militante social cristiana del barrio Ludueña".

Según la investigación judicial, Delgado fue asesinada en enero pasado cuando regresaba a su casa, al quedar en medio de un tiroteo entre dos grupos que se enfrentaron a tiros por el control del narcotráfico en Ludueña, al noroeste de Rosario. A raíz del crimen de un capo narco de la zona sur de Rosario, ocurrido en la madrugada del domingo pasado, otras tres personas fueron asesinadas hasta ayer en presuntas venganzas por el primer homicidio.

"Los enfrentamientos entre bandas delictivas cambiaron radicalmente los hábitos sociales. En la mayoría de los barrios de la ciudad, después de las 18 no queda nadie en las calles y sólo transitan los que están obligados a hacerlo", concluyó.