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Durante una comparencia en el Congreso de los Diputados, el jefe de la diplomacia española llamó al "diálogo" a Reino Unido porque, según dijo, ése es "el único camino para hacer prevalecer la amistad" entre los dos países, por lo cual solicitó "conversaciones a nivel de confidencialidad".

"Gibraltar es, ha sido y será prioridad nacional", apuntó el funcionario sobre el territorio de 6,5 kilómetros cuadrados en el sur de la Península Ibéria ocupado por Gran Bretaña desde 1074 y cuya soberanía reclama España.

La crisis reapareció cuando desde el Peñón se lanzaron 70 bloques de hormigón a una zona en la que faenan pescadores españoles que ahora se ven impedidos de hacerlo. España incrementó los controles en la frontera con la colonia, lo que origina largas colas de vehículos e irrita a las autoridades gibraltareñas y al gobierno de David Cameron.

La UE va a enviar una misión a la frontera para evaluar esos controles, una misión en la que están de acuerdo Londres y Madrid. Al margen de ella y a petición de España investiga además el lanzamiento de los bloques de hormigón.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados -a la que el propio Garcìa Margallo convocó después de que Cameron llamara por teléfono a Mariano Rajoy para quejarse por los retrasos en la frontera con la colonia-, el canciller español criticó la política hacia Gibraltar que llevó el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. "Se puso en igualdad a Gibraltar y no se consiguió recabar el cariño de los gibraltareños", manifestó.