En las últimas semanas las tensiones entre el Partido de la Libertad, de "Il Cavallieri", y el Partido Democrático, al que pertenece el actual jefe de gobierno, Enrico Letta, fueron en aumento.

El presidente del Partido Democrático, Guglielmo Epifani, señaló que el anuncio hecho por Alfano, uno de los colaboradores más estrechos de Berlusconi, es el último paso antes del colapso del gobierno de Letta. Los ministros, entre los que se encuentra el propio Alfano, indicaron que ya no ven dadas las condiciones para pertenecer a la coalición de gobierno.

El primer ministro había anunciado el viernes que se sometería a un voto de confianza en el Parlamento, entre otras cosas, como vía para llevar a la formación de Berlusconi a tomar postura abierta y públicamente sobre sus estrategias dentro de la coalición nacional. De romperse la actual formación, el jefe de Estado, Giorgio Napolitano, podría volver a encargar a Letta o a otro político la búsqueda de una nueva mayoría gubernamental.

Hasta el momento siempre se opuso tajantemente a una disolución del Parlamento y a convocar a elecciones anticipadas. El caso de Berlusconi y su posible exclusión del Senado será debatido por otra parte el viernes. Los parlamentarios del Partido de la Libertad ya habían amenazado con presentar dimisiones en masa en caso de decidirse la exclusión del ex primer ministro de la Cámara Alta.

Napolitano criticó duramente estas posturas, señalando que la agrupación no puede poner en jaque las funciones del poder legislativo. La dimisión de los cinco ministros desataría una crisis gubernamental, pero el Parlamento continuará ejerciendo funciones en tanto no exista una mayoría de congresistas que presente su renuncia.