El presupuesto bianual fue aprobado luego de un año en el demócratas y republicanos no acordaron sobre ningún tema relevante de la agenda de Washington para gantizar que la gestión de Barack Obama no caerá nuevamente en un cierre parcial del gobierno como el que en octubre pasado afectó a 800 mil empleados públicos durante 16 días.

La iniciativa ya había sido aprobado la semana pasada por la Cámara de Representantes -donde la oposición republicana tiene mayoría propia-, a pesar de que tanto demócratas como republicanos lo calificaron de "imperfecto". No obstante, la mayoría coincidió en que era necesario evitar una nueva crisis en la gestión pública.

Esa crisis de octubre se agudizó por la posibilidad de que el Estado norteamericano entrara en default, luego que la oposición republicano amenazó con no aprobar un aumento del techo de endeudamiento. Finalmente se acordó una extensión hasta febrero próximo.

En el presupuesto aprobado, la mitad de la partida del billón de dólares destinados a gastos discrecionales del Estado irá a Defensa, un punto tradicionalmente bipartidista. Pero el nuevo presupuesto también incluye ajustes como la eliminación de 63 mil millones de dólares de los denostados recortes automáticos implementados en marzo precisamente por la falta de un acuerdo presupuestario. También prevé otros recortes por 85 mil millones de dólares y una modesta reducción del déficit en 23 mil millones.