Moler agregó que este 16 de septiembre lleva "a hacer un vínculo entre el pasado y el presente, porque además del homenaje y recuerdo de los compañeros que no están, tiene sentido recordar para reinterpretar la historia". "Este es un presente promisorio, que nos costó mucho lograr, pero recién a partir del 2003 podemos decir que se puede hablar de la militancia y la política porque las cosas volvieron a su lugar con los militares presos", destacó.

La mujer, entonces adolescente, recordó que los estudiantes secuestrados eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), que adhería a Montoneros, y aseguró: "No eramos inocentes, pedíamos que se vayan los militares". Moler habló ante unos 400 jóvenes de escuelas públicas convocados por el CPM para el homenaje y el debate en el Paseo Dardo Rocha.

Por su parte, la directora del programa "Jóvenes y Memoria" de la CPM, María Elena Saraví, indicó que el desafío es no quedarse en la memoria sino "en la reivindicación de la lucha de esa generación que tenía un proyecto de país diferente, en el que hubiera igualdad".

"A estos jóvenes los desaparecen por ser militantes políticos, por luchar por una opción de país diferente y el desafío es iluminarla sobre este presente. Nosotros proponemos incorporar la voz de esos jóvenes, y la experiencia nos ha traído la voz de los pibes con un fuerte compromiso y resignificación del sentido de lucha", apuntó Saraví.

Por su parte, el senador provincial del FPV Emilio López Muntaner, hermano de Francisco, quien fue detenido y desaparecido en la noche del 16 de septiembre, resaltó: "Uno tiene la conciencia tranquila de que estamos avanzando para parecernos un poco a ellos y trabajar en lo sueños del país en el cual querían vivir".

El 16 de septiembre de 1976, efectivos de la Policía Bonaerense secuestraron a 10 estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata. Claudio de Acha, María Clara Cioccini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Horacio Ungaro, Daniel Racero, Emilce Moler, Patricia Mirada, Pablo Díaz y Gustavo Calotti. Sólo los últimos cuatro sobrevivieron, el resto de ellos fueron asesinados y desaparecidos.