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En el comienzo de la sesión el oficialismo y los bloques opositores intercambiaron cruces de acusaciones por la iniciativa que llegó al recinto con dictamen de comisiones y luego de pasar por una serie de debates de los que participaron figuras de todo el arco político y social. A las 12.10, con participación de aliados del Frente Cívico de Santiago del Estero, Nuevo Encuentro, y el Movimiento Popular Neuquino, reunió 131 diputados -dos más del quórum reglamentario-.

Los diputados opositores ingresaron al recinto al solo efecto de plantear sus críticas reglamentarias y se retiraron a los gritos con el argumento que "su tratamiento es ilegal". La tensión llegó al punto que, cuando se retiró la oposición, el propio presidente de la Cámara, Julián Domínguez, señaló que "este dictamen está valido" y rechazó que se puede realizar una votación para habilitar su tratamiento con los dos tercios como reclamaba a los gritos los opositores.

Los legisladores que se retiraron amenazaron con plantear la inconstitucionalidad de la norma en la Justicia. La presidenta del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, y la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, Diana Conti, coincidieron en que quienes objetan el proyecto "desconocen el derecho constitucional".

Di Tullio dijo que "es una vergüenza que acudan a otro Poder (del Estado) para impedir el tratamiento del proyecto en este cuerpo legislativo” y defendió la legalidad del tratamiento del dictamen de la comisión bicameral. Recordó que el proyecto de resolución que crea la comisión bicameral "fue votada por todos los opositores" con excepción de Elisa Carrió, quien fue la "única que mantuvo su postura".

En otro orden negó que el proyecto haya tenido "un trámite exprés porque ya llevamos tres años discutiendo este proyecto y hubo audiencias en todo el país con 1100 ponencias".