El Ejecutivo catalán decidió acatar la decisión del Constitucional y suspendió el martes, de forma temporal, la campaña institucional dirigida a promover la consulta independentista, aunque advirtió que el proceso soberanista seguirá adelante.

Fue en este marco que el Parlamento regional aprobó la creación de la junta electoral que supervisará el proceso suspendido de manera cautelar, tras la apelación del gobierno de Mariano Rajoy. La propuesta salió adelante con el apoyo de los partidos soberanistas. El Partido Popular (PP) de Rajoy, el Partido Socialista de Cataluña y la formación Ciutadans rechazaron participar de la votación al entender que suponía incumplir la resolución del Constitucional.

Los partidos pro consulta pidieron al presidente regional desoír al Constitucional. "No siempre la desobendicencia lleva a la victoria", contestó Mas, quien se reunirá con representantes de los tres partidos que respaldan el referéndum del 9-N: los independentistas republicanos de ERC, los ecosocialistas de ICV y la pequeña CUP.