"Sólo la Historia y Dios podrían juzgar a alguien que sirvió como vicepresidente y después como presidente de Egipto durante más de 30 años", dijo el juez Mahmud al Rasheedi. También fue exonerado el exministro del Interior Habib al Adly, por su implicación en la muerte de 239 manifestantes, una decisión que revierte un veredicto previo.

El tribunal confirmó también la absolución de seis oficiales de la seguridad de alto rango acusados de los mismos cargos, y desestimó los cargos de corrupción y malversación de dinero público contra Mubarak, sus hijos Gamal y Alaa y un conocido empresario socio de Mubarak.

Tras la lectura de la sentencia estalló el júbilo en la sala del tribunal. La Fiscalía general puede impugnar una vez más la decisión del tribunal. En otro proceso por corrupción, el expresidente fue condenado a tres años de cárcel el pasado mayo. Actualmente Mubarak vive en un hospital militar en El Cairo debido a su frágil salud.

Mubarak fue trasladado esta mañana al tribunal en helicóptero, donde escuchó la lectura de la sentencia, que se prolongó durante una hora, con rostro serio. Negó su responsabilidad en la muerte de los manifestantes y reiteró que dejó la presidencia para evitar un derramamiento de sangre.