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Michelle Bachelet, quien mantuvo un encuentro con corresponsales extranjeros en el Palacio de la Moneda, también señaló que la actual situación es una oportunidad para sincerar cosas "como el comportamiento de algunas empresas que tienen cierta práctica o exparlamentarios que han reconocido que han pedido ayuda a empresas para el financiamiento de su campaña". "El problema no es que pidan ayuda, porque el Servicio Electoral (Servel) tiene el mecanismo legal para que se realicen los aportes, sino que se están utilizando otros mecanismos", precisó.

La mandataria también se refirió a las versiones sobre una eventual renuncia a su cargo, y afirmó que "no he pensado en renunciar ni pienso hacerlo. Al contrario, seguiré trabajando por el país". Más adelante manifestó su preocupación por el rol que han tenido los medios de comunicación en el desarrollo de la crisis y advirtió que "hay decir toda la verdad, pero por lo menos chequear lo que se está diciendo".

La mandataria también se refirió a los hechos de corrupción que tomaron estado público en los últimos meses. "Puede que haya corrupción en el país, pero no es generalizada. No todo el mundo es corrupto. Pero hay una suerte de cultura de la desconfianza, donde todos son corruptos y eso no es cierto", declaró

Respecto del caso Caval, donde su hijo, Sebastián Dávalos, se vio involucrado en un millonario crédito para la compra de terrenos en la localidad de Machalí, la Presidenta dijo que "existe una investigación en curso y, de hecho, mi nuera en este momento está declarando". Además aclaró que todavía su hijo no había sido citado. "Yo prefería pronunciarme una vez que termine la investigación", agregó.

Entre las reformas pendientes destacó la educacional, cuyos resultados se empezarán a ver en 2016, cuando se amplíe la cantidad de alumnos que acceda a la educación gratuita, aunque aclaró que el resto de las reformas se notarán a "más a largo plazo".

En cuanto a la reforma constitucional "estamos definiendo cuándo lo haremos, cómo explicaremos qué significa tener una nueva Constitución. Porque para las personas normales es un tema lejano, ya que desde la dictadura se dejó de hacer educación cívica en los colegios". "Nosotros queremos hacer un trabajo de participación ciudadana, explicar qué significa, cuál es el grado de comprensión sobre la materia y cuál es el grado de interés que tienen nuestros compatriotas", agregó la mandataria, quien señaló que está convencida de que también a partir de los problemas de los últimos tiempos "existe interés por tener una nueva Carta Fundamental porque también puede ser un elemento que ayude a generar un cierto acuerdo para recuperar algo esencial, la confianza de la ciudadanía y entonces, puede ser una gran oportunidad".

Por último, la mandataria se refirió a la catástrofe por las inundaciones en el norte del país y precisó que reconstruir las localidades afectadas costará "al menos 1500 millones de dólares, porque el grupo afectado es mucho más grande que el incendio en Valparaíso y el terremoto del Norte Grande".