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El canciller brasileño José Serra anticipó su retorno desde Argentina, donde realizó su primera gira internacional, luego de la crisis causada por la salida del ministro Romero Jucá. La licencia del funcionario afectó la capacidad de negociación del gobierno interino de Michel Temer con el Congreso, mientras en el Palacio del Planalto se teme que se desate otro escándalo con la divulgación de nuevas similares a las que ayer causaron la caída del poderoso ministro de Planificación.

El retorno anticipado de Serra dio lugar a diversas especulaciones, ya que para algunos su regreso se debe al agravamiento de la crisis, mientras que otros no descartan que sea nombrado en Planificación, el ministerio que ocupaba Jucá.

Según el diario Folha de San Pablo la salida de Romero Jucá causó un vacío político importante para el presidente provisorio Temer, quien perdió un interlocutor importante en el Congreso. Jucá dejó el cargo ayer, 11 días después de haber asumido, debido a la publicación de una conversación en la que afirmó que era necesario obstruir las investigaciones judiciales por estafas contra Petrobras y que a eso apuntaba el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff.

Consultado sobre su hipotético nombramiento en Planificación, Serra respondió al diario Valor Económic: "No estoy sabiendo nada, no hay nada de eso, claro que no voy a decir que no aceptaría, porque es un tema para ser evaluado". Serra también consideró que Jucá es un "excelente" ministro.

La caída de Jucá fue producto de una comprometedora conversación grabada por su correligionario Sergio Machado, quien fue senador del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el de Temer, y dirigió durante más de una década la empresa Transpetro, que integra el holding de Petrobras.

Los principales diarios informaron hoy que para evitar una condena dura en la Justicia, Machado acordó delatar a sus cómplices, y fue en ese contexto que grabó a Jucá y a otros encumbrados miembros del PMDB, entre los que estaría el presidente del Senado, Renán Calheiros, otra pieza fundamental para el diseño de poder del nuevo gobierno provisorio. La eventual caída del senador Calheiros sería un golpe contundente contra el gobierno interino iniciado el 12 de mayo por la suspensión de Rousseff para ser sometida a juicio político.