El ex oficial estaba bajo las órdenes del ex director de Coordinación Edberto González de la Vega y del ex interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, y en su declaración corroboró los dichos de este último. Sarlenga, que fue indagado recientemente en los Tribunales de Comodoro Py, en la Capital Federal, había involucrado al jefe del Ejército, Martín Balza, en la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.

Esta causa y la de las explosiones en Río Tercero están estrechamente vinculadas, según sostiene el fiscal federal porteño

Carlos Stornelli, que participa en ambas investigaciones. La hipótesis más fuerte acerca de la voladura de los polvorines de Río Tercero, luego que una pericia de la Universidad Nacional de Córdoba determinara que fue intencional, dice que se habría concretado para ocultar faltantes de armas y proyectiles que habrían sido enviados a aquellos dos países en forma ilegal.

Ramírez dijo que "si no alcanzaba con lo producido en las fábricas militares, se recurría al Ejército", mediante la firma de convenios, cuestión que fue negada en varias ocasiones por Balza, actual embajador de Colombia. Señaló además, según publicó hoy el diario Puntal de Río Cuarto, que el encargado de manejar el stock de proyectiles era el ex director de Producción Carlos Franke y que el destino que tenía el armamento era conocido, porque desde allí se indicaba cómo embalar y rotular los cargamentos.

Ramírez se retiró del Ejército en 1986 y dejó el Departamento de Comercialización de Fabricaciones Militares en 1994. Se conoció también que fue sobreseído en la causa armas. La declaración del citado oficial es importante para la investigación que lleva a cabo el conjuez Estevez porque aporta información acerca de las operaciones de venta de armas. Su testimonio -indicaron fuentes judiciales- corrobora lo dicho por Sarlenga en su declaración testimonial, ya que el ex titular de Fabricaciones Militares dijo que el Ejército era el mayor proveedor de armas y que todos sabían que iban a Croacia.

"Si no había stock se le pedía material al Ejército", dijo Sarlenga, quien agregó que para eso se comunicaba personalmente con Balza, o con Juan Carlos Andreoli, ex director de Arsenales del Ejército y ex titular de la Fabricaciones Militares.

Fuente: DyN