Martes, 31 de octubre de 2006 | Hoy
20:48 › INFORME SOBRE EL MAL DE CHAGAS
Unas tres millones de personas en Argentina están contagiadas con el Mal de Chagas, enfermedad endémica que puede causar la muerte y que transmite la vinchuca, un insecto que busca refugio en precarias viviendas, informó la Fundación Argentina de Lucha el Mal de Chagas.
Los números oficiales que se remontan al último censo realizado en 1992 indican que viven en el país 2.300.000 personas infectadas con el Mal de Chagas, pero las organizaciones no gubernamentales que trabajan con los enfermos elevan ahora la cifra a tres millones de personas.
La diferencia incluye a quienes pudieron haberse contagiado en los últimos catorce años y a las personas que desconocen tener la enfermedad, conocida como el "Sida de los pobres" que se expande con más fuerza en las provincias del norte argentino, donde es mayor el flagelo de la pobreza.
Según datos oficiales, otras 700.000 personas viven en Argentina con el riesgo de contraer el Mal de Chagas debido a las precarias condiciones de sus viviendas, ya que la vinchuca habita en los techos de paja y en las paredes sin revocar de las casas más pobres.
"El combate al Mal de Chagas necesita de una política de Estado", dijo Carla Gianelli, encargada de relaciones institucionales de la Fundación Argentina de Lucha contra el Mal de Chagas.
Para Gianelli, esa política debería centrarse en "desarrollar fumigaciones periódicas en los ranchos donde se refugia la vinchuca, una campaña nacional de atención médica a los enfermos y otra de prevención para alertar a la población sobre las formas de contagio".
Actualmente, las políticas de combate y prevención de la enfermedad están en manos de los poderes provinciales, y apenas cinco provincias del total de 24 distritos en Argentina están libres de la transmisión del Chagas por la vinchuca.
En contraste, Brasil, Uruguay y Chile, países limítrofes de Argentina, poseen el certificado internacional que los declara como libres de ese mal.
El Mal de Chagas es transmitido a través del parásito 'Tripanosoma cruzi' que transporta la vinchuca y llega al cuerpo humano por la picada del insecto, pero puede contagiarse además por transfusiones de sangre o pasar de madre a hijo.
Argentina incorporó el análisis para determinar la existencia de la enfermedad en los donantes de sangre a partir de 1985, por lo que se estima que esa modalidad produjo una gran cantidad de contagios.
Y a pesar de figurar entre los test obligatorios para las mujeres embarazadas, la falta de seguimiento médico de las futuras madres que viven en condiciones de pobreza agrega posibles víctimas a un mal sin cura y sin vacuna para prevenirlo, que en Argentina mata más que el Sida.
"Durante los últimos ocho años se bajaron los brazos en la vigilancia de las vinchucas en las viviendas en algunas provincias, por falta de dinero para vehículos, combustibles y capacitación de técnicos, y tampoco se enfatizó en la detección temprana de la enfermedad en menores", según Andrés Ruiz, director del Instituto Nacional de Parasitología 'Doctor Mario Fatala Chaben'.
Mientras en 1998 se fumigaron 140.000 viviendas, actualmente la práctica preventiva alcanzó apenas 60.000 casas.
Estimaciones extraoficiales indican que hay alrededor de 250.000 niños menores de 15 años infectados que no reciben tratamiento, única vía de evitar la progresión hacia la etapa crónica de la enfermedad, donde aumenta el riesgo de muerte por fallas cardiacas o problemas del sistema nervioso, entre otros.
El ministro de Salud, Ginés González García, anunció este año que en 2007 se "cuadruplicará el presupuesto" para enfrentar el mal, a 68 millones de pesos anuales (21,8 millones de dólares), y prometió la incorporación de 500 agentes sanitarios para ayudar en su combate.
El Mal de Chagas fue descubierto por el científico brasileño Carlos Chagas, cuyas investigaciones fueron completadas por un médico argentino, Salvador Mazza.
Fuente: AFP
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