Los manifestantes, entre ellos muchos chicos, maestras y trabajadores del hospital local, llegaron a las 12 hasta las puertas del predio, fuertemente custodiado por personal de la Guardia de Infantería, que formó un cordón para impedir un eventual avance de los vecinos.

Una docente aseguró que "hace cuatro años estamos pidiendo que se cierre y todos los diciembre dicen que se va a cerrar pero no les creemos".

Una mujer que dijo trabajar en el hospital local afirmó que "se están dando muchos casos de diarreas y deshidratación y problemas de piel".

Los vecinos denunciaron que entre los vecinos hubo varios casos de cáncer de piel, leucemia y púrpura, una enfermedad en la sangre que afecta el hígado.

La maestra afirmó que "en la escuela -cercana al predio- hay que desinfectar constantemente y el agua que allí se consume la entrega el Consejo Escolar, pero no pasa lo mismo cuando los chicos consumen agua en sus casas".

En González Catán llegan camiones de residuos del partido de La Matanza, el de mayor población entre los distritos municipales, y la Capital Federal.

Días atrás, la Legislatura provincial sancionó una ley que determina que el gobierno podrá determinar el lugar en distritos del interior de la provincia (fuera del conurbano) para instalar ese tipo de vaciaderos.

La decisión se debió a la imposibilidad de contar con el aval de residentes y concejos deliberantes de municipios de recibir en sus distritos residuos domiciliarios de otros partidos.