Así lo informaron los titulares de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Jorge Pérez Tamayo, y de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), Diego Serra, quienes cuestionaron la medida acordada por la Fuerza Aérea, los controladores y las empresas.

Sin embargo, el comandante de regiones aéreas, brigadier José Alvarez, aseguró a esta agencia que "la seguridad está totalmente garantizada" para los vuelos, pero reconoció que pueden producirse demoras al persistir el sistema de control "manual".

Alvarez destacó que el achique entre aterrizajes y despegues será "flexible", y podrá ampliarse hasta los diez minutos según se superpongan o no las rutas que sigan los distintos aviones, y en los horarios de mayor tráfico.

No obstante, Pérez Tamayo consideró que "es un locura lo que está pasando: el radar sigue fuera de servicio y decidieron bajar los tiempos de diez a cinco minutos".

"Esto significa degradar más la seguridad. Lo quieren implementar desde hoy, por Semana Santa, pero hemos decidido instruir a nuestros pilotos para que las separaciones no sean inferiores a diez minutos", se quejó.

En ese sentido, dijo que "como desde la Fuerza Aérea no toman la determinación, la vamos a tomar nosotros para preservar la vida de los pasajeros y de nosotros mismos".

Por su parte, Serra, quien representa a los pilotos de la empresa Austral, advirtió que tampoco ellos acatarán el nuevo cronograma de vuelos cada cinco minutos dispuesto por la Fuerza Aérea, "aunque sea un día espectacular".

Serra reclamó que "se cumplan los estatutos de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), que dicen que cuando se opera en forma manual la separación mínima tiene que ser de 7 u 8 minutos".

"La Fuerza Aérea, los controladores y las empresas establecieron (para Semana Santa) una separación de cinco minutos. Pero si se opera en forma manual, no la vamos a aceptar", indicó.

Por su parte, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral nucleados en la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) anunciaron hoy que mañana realizarán un paro de actividades en reclamo de "garantías de seguridad laboral" ante "repetidas agresiones y violencia física de los pasajeros" hacia los empleados de atención al público en el aeropuerto.

Según indicó un vocero de la entidad gremial, la medida de fuerza se extenderá "por 24 horas", pero se advirtió que mañana se realizará una asamblea en la que se decidirá si el paro se extenderá o no toda la Semana Santa.

La huelga abarcará a empleados de mostradores, de carga y de atención al público, que "en principio, mañana no" ocuparán sus puestos, "hasta tanto la empresa como la Policía de Seguridad Aeroportuaria" intervengan "ante las repetidas agresiones y violencia física de los pasajeros".