[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El magistrado de Instrucción Penal 4, Cristian Piana, acusó a Poblete de "homicidio calificado" por su condición de funcionario policial y uso de armas de fuego, por lo que quedará detenido hasta que se realice el juicio oral y público.

Poblete se desempeñaba en el Grupo Especial Operativo de la fuerza "GEOP" de la ciudad de Zapala el día en que actuaron contra los docentes que llegaron a Arroyito con la intención de cortar al tránsito la ruta nacional 22.

La represión policial con balas de goma, gases lacrimógenos y la utilización de un carro hidrante dispersó rápidamente a los manifestantes e impidió la instalación del piquete.

La policía continuó con la represión cuando los vehículos en los que se trasladaron los manifestantes emprendieron el regreso hacia la ciudad de Neuquen.

En esas circunstancias, fue atacado el automóvil que ocupaba en la parte posterior Carlos Fuentealba.

El conductor del Fiat 147, Gonzalo Arroyo relató a Télam que "veníamos a paso de hombre cuando de pronto un grupo de policías rodeó el auto y empezaron a golpearlo con la culata de sus escopetas".

"Cuando traté de bajar a la banquina sentí el disparo de atrás por la luneta del auto. Le disparó a la cabeza", aseguró Arroyo cuando vio a su compañero ensangrentado dentro del vehículo.

Fuentealba sufrió una grave herida en su cabeza y estuvo agonizando durante 30 horas hasta que al día siguiente se declaró oficialmente su muerte cerebral.

El sargento Poblete fue detenido dos días después, tras ser acusado de disparar su escopeta lanza gases contra Fuentealba, a una distancia de entre 3 y 7 metros.

El gremio a través de sus abogados aportó filmaciones, testimonios, fotografías y una testigo clave que observó a poca distancia todo el incidente e incluso persiguió al ejecutor de Fuentealba recriminándole lo que había hecho.

"Vos le tiraste, vos lo mataste", le dijo a los gritos y persiguiéndolo la docente después de efectuado el disparo.

Su testimonio fue fundamental como también la rueda de reconocimiento donde fue contundente al observar el rostro y el cuerpo de Poblete.

Un detalle aportado por la mujer para reconocerlo, fue que antes de realizar el disparo el policía se levantó la visera del casco.

Otro elemento que comprometió a Poblete fue el resultado de una serie de pericias efectuadas a la escopeta utilizada el día de la represión al determinarse que la granada de gas lacrimógeno que mató al docente fue disparada desde ese arma.

El policía Poblete fue condenado en dos oportunidades por apremios y vejaciones y sin embargo estaba prestando servicios ese día en el grupo especial represivo.

En esa ocasión se informó que la última condena a dos años de prisión efectiva y cuatro de inhabilitación para desempeñarse en la fuerza no estaba en firme, y, por esa razón, continuaba en servicio.

La justicia decidió desdoblar la causa y por ese motivo el resto de los efectivos que participaron de la represión, así como también los responsables de dar las órdenes, son investigados en otro expediente.