La Misión de Asistencia de la ONU en Irak también denunció que al menos 88 civiles iraquíes murieron en acciones militares estadounidenses desde el inicio de una operación de seguridad en Bagdad y sus alrededores, a principios del corriente año.

El mes pasado, 17 civiles iraquíes murieron baleados por guardias de la empresa estadounidense Blackwater, lo que provocó fricciones entre Washington y Bagdad y llamados a imponer mayores controles a estas firmas, que tienen inmunidad legal en Irak.

La controversia se reavivió esta semana luego de que custodios de la compañía de seguridad australiana Unity Resources Group dispararon a un auto que se acercó a su convoy y mataron a dos mujeres inocentes.

En su informe, la misión de la ONU en Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) urgió a las autoridades estadounidenses a investigar estos episodios y hacer a las compañías responsables cuando las muertes "no muestren una causa justificable".

"El gobierno estadounidense debería tomar medidas para asegurar que los crímenes cometidos en Irak por empleados de cualquier categoría de firmas contratistas norteamericanas sean sujetos a encauzamiento legal", dijo la UNAMI en el texto.

El gobierno iraquí abrió una investigación sobre los casos y ya pidió a Blackwater, la principal compañía de seguridad privada estadounidense, indemnizar a los familiares de cada una de las 17 víctimas con ocho millones de dólares.

La UNAMI afirmó también que al menos 88 personas murieron en bombardeos estadounidenses en Irak y que muchos más murieron en ofensivas terrestres como parte de la operación de seguridad lanzada en Bagdad y sus zonas circunvecinas en febrero pasado.

El informe de la ONU, que cubre el período entre el 1 de abril y el 30 de junio, agregó que los civiles también se llevan la peor parte en la actual ola de violencia impulsada por grupos insurgentes sunnitas y chiitas, aunque no dio cifras concretas.