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Algunas horas después de que el gobernador Daniel Scioli le pidiera que se entregue, el ex policía que había sido echado de la fuerza en 1990 se presentó en la DDI de Quilmes, en Garibaldi y Alison Bell, y ahora aguardará a ser indagado por el juez Luis Armella y la fiscal Silvia Cavallo.

Fuentes judiciales aseguraron que la indagatoria por el delito de "secuestro extorsivo" será en la tarde-noche de hoy o recién mañana.

Los investigadores aseguraron que Pardini "es un viejo conocido" en el ámbito judicial de Quilmes, ya que estaba siendo investigado en varias causas y hasta tenía una causa abierta por "amenazas y coacción" justamente contra el juez Armella.

Es más, el magistrado lo venía investigando desde el año pasado por otro delito y, en el marco de esa pesquisa, fue cuando Pardini "envió un mensaje intimidatorio" al juez, lo que motivó la posterior denuncia y la apertura de un expediente por "coacción".

Pardini se convirtió en el cuarto miembro de la policía bonaerense detenido en el marco de la causa. Los tres anteriores son el teniente Víctor Vega (ya procesado), el teniente Maximiliano Costa (también procesado) y el oficial Jorge López, quien fue indagado ayer y permanece detenido.

Otros dos policías también fueron detenidos pero tras ser indagados fueron excarcelados por falta de mérito, es decir, que continúan bajo investigación aunque sin estar privados de la libertad.

Pardini era el principal sospechoso de haber participado activamente en el secuestro de Bergara, ya que en su casa había sido encontrado un Renault 9 similar al utilizado para capturar a la víctima el 22 de diciembre pasado en la localidad de Ranelagh.

El vehículo fue llevado a La Plata para que lo periten los expertos de la Policía Científica en busca de rastros, pero los resultados aún no fueron recibidos por los investigadores.

En tanto, durante el mediodía de ayer, el propio Bergara no pudo reconocer al vehículo como el que fue utilizado por los captores para secuestrarlo.