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El Reino Unido "se niega a cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas, que con toda claridad establecen que en Malvinas hay una disputa de soberanía, que hay dos partes y que ambas deben sentarse a negociar diplomáticamente la cuestión", ratificó Jorge Argüello.

Ante el Parlamento británico, el conservador David Cameron dijo: "Mientras las Islas Malvinas quieran ser territorio soberano británico deben seguir siendo territorio soberano británico. Punto. Final de la historia". Ello motivó la respuesta del Palacio San Martín, que emitió un comunicado a través del cual calificó la declaración como un "lamentable acto de arrogancia".

Por otra parte, para el diplomático argentino criticó que países como Gran Bretaña mantengan “privilegios injustos” por el sólo hecho de ser parte del Consejo de Seguridad de la ONU. "La comunidad internacional debe revisar con mucho cuidado la conveniencia de que algunos países continúen ocupando una banca permanente” en ese órgano encargado de decidir las intervenciones militares internacionales.

"Aquellos que tienen más responsabilidad, aquellos que gozan de privilegios injustos, pero que los tienen, ¿no debieran ser los primeros en acatar las decisiones de la Asamblea General, que es donde se expresan los 192 países de la organización? Inglaterra hace lo contrario", deploró haciendo referencia de la negativa inglesa de negarse a negociar con Argentina la cuestión Malvinas.

En este contexto, "el 21 de junio se reúne el Comité de Descolonización de la ONU para tratar el tema Malvinas", ratificó Argüello. "El proyecto de resolución" que insta a las partes a sentarse a negociar "lo presentó Chile", país que, durante la guerra de 1982, colaboró con Londres.