Macri señaló también que prefería recordar "la relación amistosa" que tuvo con Fito, y relató que "en 2001, cuando le comenté que estaba pensando en entrar en política -cuando era presidente de Boca-, me dijo 'qué bueno que gente como vos quiera entrar en política'". En el mismo tono conciliador que caracterizó su discurso del último domingo, Macri afirmó que la polémica desatada por las declaraciones del músico no se debía tratar como "una cuestión de enemigos", y vinculó las expresiones del rosarino hacia los porteños con la frase acuñada por el exministro de Educación, quien en 2007 agradeció a los intelectuales el apoyo brindado a su postulación a jefe de Gobierno afirmando que "nos sentimos orgullosos de que los docentes, los científicos, los intelectuales, los que piensan hayan estado de nuestro lado".

Por su parte, el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien acompañó a Macri en la inauguración de las obras de la Usina de las Ideas, en el sur de la Ciudad, afirmó que "las declaraciones son una barbaridad y una agresión directa a los porteños. (...) Estábamos habituados a que nos agredan: nos viven atacando con barbaridades. Aníbal Fernández, con la creatividad de su lenguaje cada vez dice un disparate mayor".