La mandataria destacó que "la conciencia" de los jóvenes militantes es irreversible e ironizó: "El problema no es lo que coman choripan sino los que se comen el aparato de televisión y, entonces, los indigestan". Pero advirtió que "si no se mantienen las políticas económicas; el bienestar, el progreso no es irreversible, puede cambiar".

"No podemos mirarnos el ombligo, tenemos que sacar a cada ciudadano, a cada vecino no para hablar mal del otro candidato, no tenemos que hablar mal de nadie, tenemos que contar cada una de las cosas que hemos hecho en materia de derechos, de políticas", insistió.

La jefa de Estado sostuvo que "hay una estrategia de los países centrales para que volvamos a hacer lo que fuimos y tenemos que estar dispuestos a defender lo que hemos logrado". "Se impone la reflexión, el trabajo y la militancia", sostuvo la presidenta y agregó: "El 10 de diciembre dejó de ser presidenta, pero siempre voy a estar junto al pueblo cuando sea necesario".