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El conflicto en Sociología
Por Marcelo Langieri *
Puede aportar a la comprensión del conflicto de Sociología entender qué está detrás del conflicto por la elección del director de la carrera. En Sociología se discute sobre el desarrollo de un movimiento que cuestiona las formas de representación y reclama la democratización de la universidad y la asunción de un rol crítico con compromiso social en la producción de conocimiento. Esta situación encontró un punto de inflexión en el planteo de la elección directa. Frente a ello se fue consolidando, por un lado, una visión conservadora que plantea la defensa de la institución en base al respeto estático de sus reglamentos (sin cuestionar si las relaciones sociales que los justifican continúan teniendo la vigencia que se les atribuye) y, por otro, un movimiento de cambio que entiende que es necesario recrear la institución para mantenerla viva, pues sólo una institución viva y movilizada va a poder afrontar los graves desafíos que plantea la realidad nacional. Es decir, producirla en vez de reproducirla.
La existencia de un movimiento de opinión crítico, que encuentra una síntesis que lo potencia en la elección directa, no se limita al ámbito estudiantil, que sin dudas fue el motor fundamental, sino que recorre toda la facultad. Prueba de ello es que lo que posibilitó una salida institucional fue el aporte de otras voluntades, encarnadas en profesores y graduados, especialmente los primeros, que sumaron su apoyo reconociendo la existencia de un movimiento de opinión que trascendía otros intereses en juego. Era posible leer el conflicto como una lucha de poder entre la mayoría y la minoría de profesores en la junta de la carrera. Pero esa lectura ignoró que en el desarrollo de los acontecimientos el movimiento de opinión pro-directas le imprimió otro carácter al conflicto y lo proveyó de legitimidad y de una base social.
Este proceso tiene los errores y la carga caótica de cualquier cambio, lo cual produjo cierto malestar, por eso decimos que el conflicto encontró una salida y no una solución y que ésta va a depender de la capacidad de ampliación del consenso y de que ese malestar no se transforme en reacción. Es necesario señalar también que esta salida está fundada en la mayoría de votos de la junta.
La situación de Sociología continúa siendo un desafío. El mismo pasa por definir cuál es el proyecto de carrera que la comunidad sociológica quiere, respetando sus mejores tradiciones, sumando al debate a todos sus integrantes e impulsando decididamente los valores y premisas que han sido el impulso de este movimiento. El desafío también está en el aprovechamiento o no de la oportunidad de construir actores sociales en el ámbito universitario, lo que permitiría proyectar este proceso y ligarlo a la realidad nacional y a la construcción de un proyecto popular.
Decíamos al inicio de esta nota que este proceso no se reduce a la elección del director, de la misma manera el movimiento que encontró su punto de expresión en la elección directa tampoco comenzó en este proceso, en todo caso éste recoge aquellas voces insistentes, tenaces y lúcidas que lo sostuvieron a lo largo de años, aunque quizá no tenga la cara soñada por ellas.
* Sociólogo, consejero graduado en la junta de Sociología (UBA).