La eterna crisis presupuestaria por la que pasa el sistema universitario nacional juega un nuevo partido ante la inminente aprobación del presupuesto del año próximo. Mientras el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), entidad que reúne a los rectores de las 39 universidades nacionales del país, solicita 11.650 millones de pesos, la estimación enviada por el Ministerio de Educación le adjudica 8100. En la nueva cifra oficial está contemplado un aumento de casi 2200 millones en comparación con el año pasado, donde se incluyen 250 millones para gastos de funcionamiento, pero aun así la diferencia de 3550 millones preocupa a las autoridades académicas.

“Ya se hicieron reuniones con diputados para intentar que se modifique el presupuesto destinado a las universidades y ahora estamos solicitando audiencia con los senadores por el mismo motivo”, aseguró a PáginaI12 el rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Eduardo Asueta, también vicepresidente del CIN. “Como está planteado el presupuesto que se está tratando en el Congreso hay una porción de los acuerdos salariales que no está contemplada y va a obligar a recurrir a los refuerzos presupuestarios”, agregó Asueta. Ana María Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús, afirmó que mantenían contacto “con los senadores. Ojalá que logremos una modificación, pero si no todavía queda la instancia de la Jefatura de Gabinete, que tiene la facultad de reasignar partidas”.

El reclamo presupuestario es una constante de parte de quienes conducen las casas de estudios hacia el Estado nacional. En la última reunión del CIN el tema se llevó gran parte del encuentro. Fue allí donde las autoridades académicas resolvieron trabajar sobre los legisladores para conseguir un aumento que no obligue a las universidades a finalizar el año pidiendo al gobierno nacional partidas extra para poder cerrar el ejercicio anual. Para evitar la solicitud de refuerzos esta vez en el CIN optaron por “armar el presupuesto a partir de pautas objetivas. Es decir que cada universidad presentó su cálculo en base a las necesidades propias: cantidad de estudiantes, uso de laboratorio, etcétera. La sumatoria de todo ello es el pedido que realizó el CIN”, explicó el vicepresidente del Consejo.

Así, el monto que elevó el CIN a las autoridades nacionales es de 11.650 millones de pesos, mientras que lo asignado en el proyecto que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados asigna 8100 millones, generando una diferencia de 3550 millones que preocupa a los académicos. Sobre todo porque en su encuentro plenario contaron con la presencia del secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern, quien les aseguró que no estaba en los planes del Gobierno asistir con partidas extrapresupuestarias al sector. El año pasado se recibieron refuerzos de 80 millones de pesos y para éste evaluaron que la necesidad del sistema universitario para el cierre del ejercicio 2008 es de 140 millones.

Los rectores reconocen que existe un “esfuerzo de parte del gobierno nacional, ya que para el 2009 se asignan cerca de 2200 millones más que el año pasado. Pero aun así no alcanza”, estimó Jaramillo. En las últimas reuniones los rectores establecieron que “no se podía pasar del 85 por ciento del presupuesto destinado a salarios para que el 15 restante se pudiera utilizar en gastos de funcionamiento. Con el contenido del proyecto que están tratando los legisladores estamos rozando el 92 por ciento para el pago de salarios”, explicó Asueta con cierta preocupación. “Vamos a insistir para que se modifique el presupuesto, para depender menos de los refuerzos de fin de año que debemos gestionar ante el Gobierno”, afirmó el rector entrerriano.