UNIVERSIDAD
Para pensar desde esa catástrofe civilizatoria que es Latinoamérica
Por extraño que parezca, la UBA carece de un centro de estudios sobre la región. Dos facultades crean institutos para remediarlo.
Por Javier Lorca
En la Uniwersytet Warszawski (Varsovia) y en La Trobe University (Melbourne) –por citar sólo dos ejemplos suficientemente lejanos entre los múltiples posibles– funcionan centros de estudios dedicados a Latinoamérica. Pero ni uno funciona en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Un “hecho escandaloso” –definió Eduardo Grüner– “que seguramente tiene que ver con la manera un tanto esquizofrénica con la que hasta no hace mucho la elite intelectual argentina dio la espalda a América latina, bajo la convicción borgeana de que los argentinos somos europeos en el exilio”. Este año se intentará subsanar esa insólita ausencia: las facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras crearon y pondrán en marcha dos institutos de investigación sobre temas latinoamericanos. La intención es que trabajen en conjunto para no sólo producir conocimiento sino también generar publicaciones y organizar actividades culturales.
“Es una deuda casi histórica”, reconoció Hugo Trinchero, vicedecano de Filosofía y Letras. A principios de los ‘90, en ambas facultades, existió el proyecto de crear un instituto similar. Pero nunca se concretó. “Parece mentira, pero en toda la UBA no existe, como sí existen en Estados Unidos, en Europa y muchos otros países, un instituto capaz de albergar todas las investigaciones que se están produciendo, y todas las que se van a generar, en relación con Latinoamérica”, señaló Grüner, vicedecano de Sociales. Los dos flamantes institutos fueron aprobados por los respectivos consejos directivos el año pasado y, ahora, deberán pasar por el Consejo Superior de la UBA.
De Filosofía y Letras dependerá el Instituto Interdisciplinario de Estudios e Investigaciones de América Latina, que tendrá sede en el edificio de 25 de Mayo al 200. “La idea es que las distintas disciplinas de la facultad (letras, artes, educación, filosofía, antropología, historia, geografía) puedan articularse y generar proyectos de investigación, de extensión y de transferencia”, agregó Trinchero. En los fundamentos del proyecto de creación –impulsado por la lista de profesores Simón Bolívar– se propuso iniciar un camino académico centrado “en la construcción y reconstrucción de identidades colectivas latinoamericanas”, alertando que los procesos de integración regional que aparecen hoy en las prioridades de los gobiernos suelen limitarse a política económica: “Estamos muy lejos de lograr intercambios reales y políticas comunes en el campo de la cultura, la lengua, el pensamiento, las ciencias y en los temas sociales que emergen de las profundas desigualdades e inequidades que padece la mayor parte de los habitantes de nuestros países”.
En Sociales, el nuevo centro se llamará Instituto de Investigaciones y Estudios de América Latina y el Caribe. Para Grüner, hacer foco en los problemas de la región es “una tarea de la máxima urgencia”, aunque no exenta de complejidad. “Si América latina, como ha dicho alguien, es el extremo Occidente; si está, por así decir, en los márgenes de esa porción del mundo que se ha vuelto dominante en los últimos cinco siglos, entonces su relación con el centro –y, por lo tanto, con los otros márgenes, más extremos– se vuelve extraordinariamente ambigua y ambivalente”, apuntó. Desnaturalizar esa asignación hegemónica de “centros” y “márgenes” exigiría una perspectiva específica: “Desde nuestra periferia, pensar en términos universales es, como hubiera dicho Sartre, pensar en situación. Para pensar en el mundo, es necesario pensar desde Latinoamérica. Y es pensar, inevitablemente, desde esta catástrofe civilizatoria en la que nuestro continente está inserto”.
Las autoridades de Sociales y de Filosofía y Letras pretenden que los dos institutos confluyan y desarrollen tareas conjuntas. Incluso, para comprender a todas las ciencias sociales y humanas, se planea integrar a los especialistas de la Facultad de Ciencias Económicas. Y, a largo plazo, el objetivo es crear un Centro de Altos Estudios sobre América Latina dependiente directamente del gobierno de la UBA.