Las elecciones estudiantiles en la Facultad de Ciencias Sociales mostraron muy buenos resultados para la izquierda, a pesar de lo que presentan ciertas interpretaciones interesadas que soslayan la influencia de la izquierda en la UBA y sobrevaloran la de las corrientes radicales y kirchneristas. El frente Oktubre (conformado por En Clave Roja –PTS, el PO, Izquierda Socialista, y otras fuerzas–) retuvo por cuarto año consecutivo el centro de estudiantes con más de 12 puntos de ventaja respecto de la segunda fuerza, en una elección de más de 7 mil estudiantes, y logró la representación mayoritaria en las juntas de las carreras de Sociología (4 consejeros) y Ciencias de la Comunicación (3 consejeros), así como consejeros por la minoría en Trabajo Social y Relaciones del Trabajo. Además, y esto constituye un dato saliente, es la primera vez desde que se emplea el sistema de “elección directa ponderada” que dos candidatos a director propuestos por la izquierda ganan la elección en el claustro estudiantil. Carlos Mangone salió primero en Comunicación con 2258 votos (32 por ciento) y en mi caso resulté el más votado en Sociología, con 1035 votos (un 37,5, y no un 29 como erróneamente se señaló en estas páginas). Estos resultados son más relevantes si tenemos en cuenta que las autoridades de la facultad hicieron todo lo posible para evitar el voto de los estudiantes del CBC (hubo sólo una urna volante que iba a las sedes los días que menos estudiantes cursaban), donde Oktubre tradicionalmente realiza una muy buena elección. Aunque todavía faltan hacerse las elecciones de graduados y profesores, que insólitamente se realizarán conociendo previamente el resultado de la parte estudiantil de la elección, el apoyo dado por los estudiantes a Oktubre en el centro de estudiantes y juntas, y a sus candidatos a director, expresa el rechazo a la política gubernamental y las aspiraciones a una transformación real de las carreras, la facultad y la universidad en consonancia con los intereses y necesidades de los trabajadores y el pueblo, en oposición al modelo que defienden las camarillas profesorales que hoy gobiernan la UBA. Esta es la apuesta que venimos haciendo con los compañeros de En Clave Roja-PTS: la lucha por una universidad que aliente el desarrollo de una intelectualidad comprometida teórica y prácticamente con las luchas obreras y populares, opuesta a los “ingenieros sociales” de los que hablaba Bourdieu; esa intelectualidad complaciente con el poder de turno preocupada ante todo por favorecer la “gobernabilidad” de este sistema de explotación y opresión. Los mismos que son tan conservadores que sólo pueden mantenerse en sus lugares mediante el reaccionario y medieval mecanismo de la ponderación del voto, donde la opinión sobre la orientación que debe tener la política universitaria de un profesor se considera treinta veces más “valiosa” que la de un estudiante y cinco que la de un docente (graduado o auxiliar).

* Dirigente del PTS, profesor y candidato a director de Sociología.