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Finalmente, las operaciones del Senado para que se crearan dos nuevas casas de estudios nacionales surtieron efecto: sin el visto bueno del Ministerio de Educación, el Presidente firmó el decreto de creación de las universidades de Chilecito y del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires.
Como informó Página/12, los senadores Jorge Yoma (PJ) y Raúl Baglini (UCR), con acuerdo de sus bloques, impulsaban la creación de universidades en la ciudad riojana y en Junín, respectivamente. Ambos proyectos contaban con la sanción del Senado. Pero las propuestas aún no habían sido tratadas en la Cámara de Diputados. Ni lo serán.
La Ley de Educación Superior establece que, para crear una nueva universidad, debe mediar un informe del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). En los dos casos en cuestión, si bien en forma oficial no se expidieron negativamente, los rectores que integran el CIN se manifestaron en contra de sumar nuevas instituciones, sobre todo dadas las carencias presupuestarias para el sector. No obstante, los senadores lograron convencer a Eduardo Duhalde de la urgencia de crear las universidades por decreto, para que comiencen a funcionar inmediatamente.
La Universidad Nacional de Chilecito funcionará a partir de una sede de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), cuyas autoridades se oponen al desmembramiento de la institución. Se financiará con parte de los fondos que hoy recibe la UNLaR y una partida adicional de 3 millones. La Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia se basaría en el Centro Universitario Regional Junín (CURJ), una sede creada en 1990 por convenio entre el municipio local y las universidades de Buenos Aires y La Plata, a las que luego se sumó la de Rosario. Hasta ahora, la UBA, la UNLP y la UNR se encargaban de las cuestiones académicas y la municipalidad, de las instalaciones y los gastos, aunque en los últimos años estaba recibiendo una partida nacional adicional de 1 millón de pesos. Desde el 2003, los fondos rondarán los dos millones.