ECONOMíA
Capos de AEA dicen que el dólar es alto y que sigue la recesión
La Asociación Empresaria Argentina, que reúne a los titulares de las 70 compañías más poderosas del país, fijó posición. Acuerdo con el FMI, suba de salarios por paritarias y no por decreto, respetar el cronograma electoral y una política de reactivación.
Por Cledis Candelaresi
“Algunos dicen que hay reactivación. Yo creo que sólo se encontró un piso en la caída. ¿Cuántos puestos de trabajo se perdieron y cuántas empresas cerraron en el año?”, se preguntó Luis Pagani, titular de la Asociación Empresaria Argentina. Con la mesura que lo caracteriza, el dueño de Arcor omitió cuidadosamente toda alusión al presidente Eduardo Duhalde o a su ministro de Economía, Roberto Lavagna, con quienes, sin embargo, esa agrupación tiene diferencias importantes y visibles. Sintetizados en un lenguaje llano, éstos son algunos de los criterios medulares de AEA, nucleamiento de las 70 empresas más poderosas de la Argentina: el dólar está excesivamente alto; es necesario otorgar aumentos salariales por paritarias y no por decreto; hay que acelerar un acuerdo con el FMI y el gobierno debe respetar a rajatabla el cronograma electoral. O, en otros términos, no es conveniente que el Presidente sueñe, siquiera, con postergar su gestión.
Quizás porque representa intereses muy diversos, AEA prefiere defender los principios de la organización económica y no intervenir en cuestiones coyunturales. Sin embargo, encaró una ronda de consulta con los referentes económicos de los partidos que participarán en las próximas elecciones, empezando por Rubén Lo Vuolo, del ARI. Por iniciativa de Jorge Bergoglio, los empresarios también tuvieron una entrevista con el arzobispo de Buenos Aires, que habría desnudado la comunión de ideas. “Coincidimos en que la mejor manera de combatir la pobreza es el crecimiento”, relataba ayer Pagani, para quien el asistencialismo de los planes oficiales es, apenas, un tímido paliativo para la emergencia.
Con el duhaldismo y los resultados de su gestión económica, las visiones parecen mucho más divergentes, según la síntesis que los hombres de AEA, incluido el titular de Unilever, Luis Mario Castro, y el de la Fundación Invertir, Jaime Campos, presentaron ayer ante la prensa a modo de balance del convulsionado 2002.
- No hay reactivación. “Estamos peor que hace un año y no hay perspectivas de que el mercado interno se vaya a reactivar” (Pagani). Para que esto ocurra es necesario mejorar el poder adquisitivo vía aumento de salarios. Pero éstos deben ser conseguidos mediante una negociación de paritarias empresa por empresa y en función de la productividad. “Entre nada y el decreto (que impone remunerativo de 150 pesos) es mejor esto último”, concede el titular de AEA.
- Dólar a 2,20 O 2,30. La divisa está sobrevaluada y un dólar a éste nivel sería suficiente. Una de las cuestiones clave es que la moneda local recupere su valor. Pagani está convencido de que la devaluación ocasionó más perjuicios que beneficios, a diferencia de la convertibilidad. Esta, sin embargo, habría tenido la debilidad de abrir demasiado la economía a cambio de nada.
- Deuda pública. Es prioritario acordar con los organismos de crédito, ya que ese acuerdo servirá de referencia para la negociación de la deuda privada. Los empresarios eluden expresamente opinar acerca de la estrategia de Lavagna en la materia, “ya que eso corresponde a tácticas” circunstanciales. Sin embargo, puede inferirse que para AEA resulta prioritario este acuerdo en lugar del esmerado cuidado de las reservas.
- Deuda privada. AEA surgió reclamando un seguro de cambio, con Oscar Vicente, de Pérez Companc a la cabeza. Ahora sólo reclama que el Estado apure su negociación también con los acreedores privados para que ésta sirva como pauta propia. La estrategia negociadora individual quedaría luego a cargo de cada empresa.
- Todo bien con Prat Gay. La designación de Alfonso Prat Gay frente al Banco Central resulta auspiciosa por varias razones: se confesó partidario de un dólar más bajo, también apoya el criterio de negociar la deuda sobrela base de más plazos y menos intereses y es un joven “con capacidad de gestión”, que es una de las falencias principales de la clase política.
- Cronograma electoral. “Vemos con satisfacción que la dirigencia política argentina haya definido una fecha concreta –el 27 de abril del 2003– para que el pueblo concurra a las urnas”, reza el primer párrafo de un comunicado difundido ayer. Pagani, precisó la idea descartando expresamente la conveniencia de que Duhalde asuma un eventual interinato hasta diciembre del año próximo y juzgando que “sería muy malo volver a postergar el calendario electoral”.
“Debería haber un recambio en la oferta política”, sugirió Pagani, quien al igual que el resto de la cúpula de AEA evita cuidadosamente confesar simpatía hacia cualquier postulante para los próximos comicios.