“Al liberarnos del peso de una doble abstracción –la de la mercancía y la del Estado–, la autonomía restituye la posibilidad de una organización de los colectivos humanos a partir de la proliferación de su diversidad concreta (y de una constitución de la humanidad a partir de su multiplicidad constitutiva). Implica pensar la coordinación a partir de la extensión de las diferencias y no a partir de la reducción al Uno.” En Adiós al capitalismo. Autonomía, sociedad del buen vivir y multiplicidad de mundos (Futuro Anterior Ediciones), Jérôme Baschet parte de un análisis de la experiencia política y social del zapatismo, en México, para pensar las condiciones de posibilidad de una alternativa al régimen capitalista, a su lógica mercantilista, al aparato totalizador del Estado y a la universalización de los valores occidentales. “El camino –escribe Baschet– se separa de las principales experiencias revolucionarias del siglo XX (...) pero puede conectarse con los senderos más subterráneos de los pueblos que supieron resistir a la fuerza destructora de la colonización y el capitalismo, manteniendo formas de vida en parte libres de sus fetichismos.”