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El cuento por su autor

Me encanta cuando en un encuentro de especialistas se habla en una jerga que para los de afuera sería incomprensible y se discuten con naturalidad temas que fuera de ese contexto serían chocantes.

El profesor de Orgasmo Comparado, tan metido en su mundo que justifica por razones científicas los hechos que para los de afuera serían inauditos, me resulta muy tierno. Me lo imagino distraído y miope, con la ropa arrugada, como un Woody Allen de la ciencia, y me gusta que conmueva con tanta ingenuidad y calma los prejuicios que evidentemente tienen los asistentes (masculinos, científicos y argentinos) al congreso. Una versión más extensa de este cuento se publicó en la antología Historias de mujeres infieles, Emecé, 2008.