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Lanzamientos
LAS COSAS POR SU NOMBRE/LOS ROMPEPELOTAS,
de B. Blier. Con G. Dépardieu, P. Dewaere y Miou Miou.
1974, 99 min. RNS.
Circula desde hace poco más de un mes, en versión sin cortes y con doble título en castellano, este pequeño clásico de la provocación, que en la Argentina se conoció con retraso y bastante mutilada. Tan exitosa aquí como en el resto del mundo, la opera prima de Bertrand Blier es un típico exponente del cine de este realizador, que hasta mediados de los ’80 produjo un ciclo de películas tan interesantes como desconcertantes. Las cosas por su nombre presenta a un jovencísimo Dépardieu y al malogrado Patrick Dewaere, recorriendo Francia de una punta a la otra para hacer lo que se les cante. Road movie episódica y abrupta, puede que su anarquismo vitalista suene algo passé. Pero su libertad y la química entre los protagonistas, le siguen dando una vitalidad inusitada.
AVENTURA NOCTURNA,
de Danny Leiner. Con John Cho, Kal Penn y Paula Garcés.
2004, 88 min. Plus Video.
Nuevo avatar de la saga de fumones colgados, en la línea de Beavis & Butthead o Bill & Ted, Aventura nocturna le da un leve giro étnico al asunto al hacer de sus protagonistas, un chico asiático y otro de familia india, ambos viviendo en Estados Unidos. Todo transcurre un viernes a partir de la caída de la tarde, cuando llega la hora de romper la noche y Harold y Kumar deciden tirar la casa por la ventana ...e ir en busca de una hamburguesería que ofrece una promoción especial. De allí en más les pasa de todo, dado que no son particularmente brillantes. Como suele suceder en estas películas, la gracia y la creatividad afloran de manera espasmódica, dándose la no tan rara paradoja de que después de una escena que satiriza ciertos clichés cinematográficos, la secuencia final es puro cliché.
UN AÑO SIN AMOR,
de Anahí Berneri. Con Juan Minujín, Mimí Ardú y Carlos Echevarría.
2005, 102 min. AVH.
El debut cinematográfico de Anahí Berneri presenta a una cineasta que piensa su película exclusivamente en términos visuales y narrativos, lo que no suele ser muy frecuente en el medio cinematográfico argentino. Basada en la novela homónima y en el relato El mendigo chupapijas, escritos por Pablo Pérez y ambos con fuertes elementos autobiográficos, Berneri acertó al trasladarlos de la primera persona a una tercera persona, suerte de observadora empática pero que se mantiene a cierta prudencial distancia, cuya mirada corresponde a la de alguien en territorio extraño. Ese territorio es el del sexo gay pesado, con mucho cuero, tachas y fist fucking, y Berneri, sin pretender jamás asumirse como otra cosa que una forastera, logra comunicar la incursión en él del protagonista, escritor portador de hiv.
BOB ESPONJA,LA PELÍCULA,
de Stephen Hillenburg.
2004, 90 min. AVH.
La versión cinematográfica de la serie para niños de Cartoon Network sufre de los problemas típicos de esta clase de ampliaciones de formato, sobre todo alguna subtrama demasiado forzada y un final estiradísimo, casi hasta lo agobiante. Pero tanto Bob Esponja como sus amigos Patricio Estrella, Crustáceo Cascarudo y Calamardo no han perdido nada de su frescura y capacidad comunicativa, y el mundo submarino en el que viven es una conquista de la animación. La tendencia de Patricio Estrella a mostrar el culito y la escena onírica en la que aparece con botas y medias caladas, echan leña al fuego de la polémica sobre si son o se hacen. La aparición in person de David Hasselhoff, convertido en una suerte de lancha a motor humana, marca el clímax de delirio del film.