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El proyecto de ley está; ahora falta que sea aprobado. Se trata de estimular uno de los sectores más prometedores de la ciencia y la economía, la biotecnología, en un país como la Argentina, que cuenta con 60 empresas dedicadas a su desarrollo y más de 16 millones de hectáreas sembradas con organismos genéticamente modificados. Los mismos números fueron citados por el ministro de Economía, Roberto Lavagna que, junto al presidente Kirchner, anunció el viernes pasado el Régimen de Promoción a la Biotecnología, una batería de medidas en su mayoría fiscales para facilitar la inversión en el sector. Entre otras exenciones, se prevé la devolución anticipada del IVA por los bienes de capital que deban adquirirse para las investigaciones. También la conversión en bonos de crédito fiscal del 50 por ciento del monto de las contribuciones a la seguridad social correspondientes al personal que trabaje en el proyecto, en caso de tratarse de universidades nacionales y centros que dependan del Conicet. La previsión es larga –el régimen se extendería por 15 años–, tanto como el desarrollo que la biotecnología necesita.