CULTURA
Di Tella en el Congreso para dar explicaciones
El secretario de Cultura fue ayer a la Cámara baja, citado para aclarar sus dichos sobre la prioridad que su área tiene para él y el Gobierno. Se explicó, pero no sin ironía.
El secretario de Cultura de la Nación, Torcuato Di Tella, se reunió ayer con los legisladores de la Cámara de Diputados, para dar explicaciones sobre la crisis que atraviesa la Biblioteca Nacional y, sobre todo, para explicar sus dichos sobre la prioridad que da a la cultura. El secretario había dicho que “la cultura no es prioridad ni para mí, ni para el Gobierno” en un reportaje periodístico. Ayer, afirmó que el Gobierno lidera una “verdadera revolución en la cultura de los argentinos”. Había sido invitado la semana pasada por la Comisión de Cultura de la Cámara baja, que preside la legisladora Irma Roy, pero se presentó sorpresivamente una semana después. El funcionario dijo al finalizar el encuentro que “la cultura es una política de Estado para este gobierno. Ya lo dije en la reunión y no quiero pecar de excesivo oficialismo. Lo que está haciendo el Gobierno en este año es la revolución cultural más importante que ha habido en la Argentina”, subrayó.
Di Tella se excusó por no haber concurrido la semana pasada a la primera convocatoria al explicar que le faltó reunir documentación para responder a las inquietudes que se le habían planteado por escrito. El funcionario lamentó que Horacio Salas haya renunciado a la Biblioteca Nacional alegando falta de apoyo y dijo que las designaciones efectuadas tanto en la Biblioteca como en el Fondo Nacional de las Artes “todavía no están escritas” en las resoluciones correspondientes. Para aclarar malentendidos, Di Tella ratificó su prioridad por la cultura, aunque insistió, tal como había declarado en el reportaje que despertó la polémica, en que “hay muchas cosas más prioritarias en el país para arreglar y, en ese sentido, dije que no tiene prioridad la cultura”.
Se le preguntó si pensaba que ante la delicada situación de la Biblioteca Nacional no sería conveniente la intervención. Respondió que “no sé qué diferencia haría”. “Hay cosas más prioritarias para arreglar en el país. Yo me dedico a la cultura y tengo tradición, creo, y no necesito explicarla tanto, salvo que me haya agarrado una especie de demencia senil, que no creo tener. Con respecto a la locura, que algunos me asignan, que a alguien lo llamen loco es más bien un homenaje”, consideró el funcionario. El secretario de Cultura, hermano del fallecido ex canciller Guido Di Tella e hijo del empresario Torcuato Di Tella (que hizo historia con su empresa Siam-Di Tella), se refería así a su “linaje” en el mundo empresario y también, como el de su hermano Guido, al frente de entes artísticos como el Instituto Di Tella, que fue furor de vanguardia en los años ’60.
Di Tella se excusó de no haber concurrido junto a los designados titulares del Fondo Nacional de las Artes, Javier González Fraga, la directora ejecutiva de esa institución, la actriz Nacha Guevara, y el director de las Biblioteca Nacional, Elvio Vitali. El funcionario justificó las ausencias al señalar que optaron por diferir su participación en la Cámara baja “para evitar una situación un poco enojosa de ponerse a hablar de cosas en las que todavía no están al frente”, y prometió que sí estarán “la próxima vez”. Según Di Tella, “la Biblioteca está golpeada brutalmente por el descuido por décadas, no es una cuestión reciente”, pero “de todos modos es mucho mejor de lo que se cree y tiene personal muy dedicado”. Respecto de la renuncia de Salas, aseguró que “lamenté mucho que salga” y, si bien admitió que “era crítico de algunas cosas”, reconoció que “lamenté que dijera que yo no lo había apoyado”.
Como parte de su argumentación, Di Tella se explayó sobre su concepción de cultura, que pareció en duda por sus dichos periodísticos. “La revolución cultural no se produce con muestras de arte o de música, sino por las cosas que se han cambiado en la opinión pública. Y eso significa un cambio cultural revolucionario”, dijo. También se refirió a la capacidad asociativa como “la expresión principal de una cultura. Saber asociarse sin tener un caudillismo excesivo. Saber participar y controlar la asociación, con participación de base. Los países que tienen una alta cultura tienen incorporado este tipo de asociación”.
Para Di Tella, el presupuesto de su área no incide en la revolución “que está haciendo el Gobierno, porque ahí entran en juego todos los recursos de la Nación y de la población argentina que lo apoya”. La necesidad de un mayor presupuesto para la secretaría “es muy obvia”, apuntó el funcionario y adelantó que “hay buenas posibilidades de poder cambiarlo”.