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Con el lema Re-creo en los libros, este lunes empieza la 15ª Feria del Libro Infantil y Juvenil. Hasta el 1º de agosto, y en horarios variados, podrán ser visitados los 400 m2 que incluirán no sólo espacios de venta, sino también salas para talleres y espectáculos, plazas de juego y actividades programadas en los stands por cada editorial. Las ferias temáticas en general, pero ésta dedicada a niños en particular, se proponen cada vez más como un espacio multiopcional. Si bien en ésta los libros serán omnipresentes, el predio del Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, en Figueroa Alcorta y Pueyrredón, podrá ser recorrido como una feria de atracciones diversas y permanentes. Estarán los libros en los stands, los autores firmándolos y habrá acceso al texto en formatos múltiples. Pero la oferta incluye también talleres de todo tipo y color, personajes emblemáticos de la literatura que deambularán como fantasmas por los pasillos, plazas de recreo para todas las edades y shows teatrales y musicales a toda hora.
“Uno podría preguntarse por qué tenemos tantas actividades programadas”, se pregunta Kuki Miler, la presidenta del Comité Organizador de la feria de este año. Y sin esperar respuesta dice: “Porque hay una actitud equivocada que nosotros queremos tratar de revertir. Se les dice a los chicos que para crecer y aprender tienen que leer, con lo cual los libros se vuelven una obligación. Si en cambio les hablás de entretenimiento y aventura, la cosa es muy diferente. Por eso el lema Re-creo en los libros tiene varias acepciones: creer en los libros como disfrute y goce; el tema de la creación, que está implícito en un libro; y el recreo como tiempo libre, como espacio de ocio, sin obligaciones, para que los chicos empiecen a asociarlo con la lectura”.
Esta edición de la feria duplica la cantidad de stands, superficie y salas en relación con el año anterior. La explicación probablemente sea variada: el crecimiento en general de la oferta de actividades para niños; una apuesta entretenida y económica para las vacaciones de invierno, teniendo en cuenta el flujo turístico creciente de Buenos Aires, y un dato suministrado por los organizadores de la feria: según la agencia del I.S.B.N., encargada de registrar la producción argentina de libros, existen en este momento en Argentina más de 80 sellos editoriales que tienen libros infantiles en sus catálogos, y entre 2002 y 2004 la tasa promedio anual de aumento en la cantidad de títulos editados superó el 50 por ciento.
Además de las actividades mencionadas, la Fundación El Libro, responsable de la feria, organizó concursos, jornadas docentes y el clásico Premio Pregonero a la creación literaria, que se entregará este año por 14ª vez. Los concursos, destinados a alumnos de primaria y secundaria de escuelas de todo el país, tienen cuatro categorías: afiches, diseño, escritura e ilustración, y relato sonorizado. A la fecha de cierre se habían presentado más de 6000 trabajos, cuyos premios se conocerán en el transcurso de la feria. Las jornadas docentes, llamadas este año Escenarios para la promoción de la lectura, están destinadas a docentes, bibliotecarios, estudiantes y profesionales del área de la salud, la educación especial y agentes de espacios comunitarios. Se realizarán entre el 21 y el 24 de julio y la inscripción aún está abierta. En cuanto a los Premios Pregonero, están divididos en diez categorías, que incluyen a quienes trabajan en la difusión de la literatura para chicos y jóvenes, y serán entregados también en el transcurso de la feria.
Para quienes quieran acceder a mayor información pueden visitar el sitio www.el–libro.com.ar. En cuanto a las visitas, los horarios son: del 12 al 16 de julio, de 9 a 19, y del 17 de julio al 1º de agosto, de 14 a 20. La entrada general cuesta $3 (los menores de 12 años, docentes, jubilados y pensionados no pagan entrada).