CULTURA
Textual
- “Tengo muchos problemas porque pertenezco a la literatura de un país sin tradición literaria. La literatura no ha interesado a los paraguayos por circunstancias históricas. En mi caso he tenido que buscar un camino para llenar ese baldío” (1989).
- “El valor de una obra de ficción reside en sus posibilidades de movilizar, de contaminar el interés y provocar la interpretación en el lector. Suelo sostener que el verdadero autor de un libro es el lector” (1993).
- “Literatura es forzar al extremo la posibilidad de expresión, descartando todo lo que sea superfluo, los parásitos de la novela” (1995).
- “El poder corrompe por naturaleza. Cambia a la gente y no en el mejor sentido. Nuestros pueblos suelen tener mala memoria, pero creo que estos años han servido al menos para dejar alguna conciencia de hasta qué punto el poder puede anular toda la energía de la conciencia colectiva de un pueblo” (1995).
- “Estamos asistiendo a una decadencia de la literatura: en los mejores autores –en los más descollantes, los más conocidos– hay una tentativa de estar permanentemente en la vidriera, una especie de exhibicionismo, de narcisismo que a mí no me convence demasiado” (1996).
- “Sin ser especialmente catastrofista, yo creo que estamos abordando un tiempo en que puede haber un desfase global muy rápido. Estamos caminando sobre la cornisa de una casa muy alta y no sabemos cuántos metros de profundidad tiene el abismo. Podemos resbalar en cualquier momento” (1996).
- “El dictador no se nombra porque es una no persona y el nombrarlo le daría existencia. Es preferible crear un hueco, un hueco oscuro. Nombrarlo no sirve ni siquiera como exorcismo. Prefiero pensar en él como una abstracción de la historia, un agujero negro” (1997).