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La derrota del Dream Team estadounidense a manos de la Argentina, en el reciente Mundial de Básquetbol de Indianápolis, abrió el grifo a la pérdida que enfrentan los organizadores, cercana a los tres millones de dólares. “Enfrentamos un déficit financiero, pero estamos optimistas para minimizar las pérdidas” dijo Dale Neuburger.
Pese a las críticas sobre las baja asistencia a los estadios, los dirigentes de la Federación estadounidense negaron el hecho e incluso, subieron las entradas de la primera ronda de 10 a 58 dólares y de 95 a 190 dólares para la final, en la que la Argentina cayó ante Yugoslavia. Según cifras oficiales, hubo 6.414 espectadores promedio en cada uno de los 31 sesiones.