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La misión no era sencilla. La Selección Argentina de Vóley enfrentaba al rival más complicado del Grupo A del Mundial, Portugal, que también venía de vencer en sus dos presentaciones anteriores. En consecuencia, estaba en disputa nada menos que el primer lugar de la zona, lo que significaba instalarse definitivamente en Buenos Aires y continuar el certamen en el Luna Park. El segundo tenía que viajar a Córdoba e integrar una zona con rivales más peligrosos. Pero a pesar de las palabras del presidente de la Federación Argentina (FAV), Mario Goijman, quien antes del encuentro dijo que si Argentina quedaba en el segundo puesto los “echaba a todos”, el equipo conducido por Carlos Getzelevich demostró que sigue en la curva ascendente, y así superó por 3-1 a Portugal, para continuar con el invicto en el campeonato del mundo.
Al igual que en el debut ante Australia, el seleccionado argentino comenzó su partido ante los portugueses mostrando mucho nerviosismo. De esa manera, el equipo local cometió muchos errores no forzados, sobre todo en el saque y en la recepción, y rápidamente pasó a perder por 4-0. Los portugueses se apoyaban en el desempeño de Joao José, quien marcó cinco puntos en ese primer parcial. Pero José estuvo bien acompañado por Adriano Paco, que marcó otros cuatro tantos. En Argentina, sólo Spajic logró destacarse atacando por el centro, y también aportando en bloqueo. De todas maneras, la precisión de los portugueses para definir los contraataques los llevaron a ganar el set por 25-21.
Argentina salió con mayor decisión en el segundo parcial, y ahí apareció toda la jerarquía de Marcos Milinkovic para liderar el ataque del equipo. El jugador del Asistel Milano tuvo gran efectividad con sus remates, y eso le sirvió a Argentina para llevarse el set por 25-22.
Los errores de Portugal se hicieron más evidentes en el tercer set, y Argentina tomó la iniciativa del parcial desde el inicio. El ingresado Giani volvió a destacarse como ante los australianos, y Argentina llegó a sacar una diferencia de siete puntos. Los portugueses tuvieron que recurrir al receptor-punta Roberto Reis, y así la diferencia se acortó a sólo dos. Sobre el final del parcial, otra vez los errores de los portugueses le permitieron a Argentina no sufrir riesgos, y de esa manera pudo ponerse al frente en el partido después de ganar el set por 25-22.
El equipo local buscó continuar con el dominio que había tomado en el tercer set pero Portugal no se entregó en ningún momento, y mantuvo la incertidumbre de la definición hasta el final. Pero nuevamente la solidez anímica de Argentina en los momentos de definición sirvió para que el equipo ganara el cuarto set por 25-22.
La ilusión por repetir lo logrado 20 años atrás, cuando se alcanzó el tercer puesto, sigue en marcha. Ahora la historia continuará el próximo viernes ante Japón, y seguramente con un Luna Park colmado.