ECONOMíA
Las privatizadas bajo la lupa de la década del 90
En la presentación del libro “Privatizaciones y poder económico” se desarrollaron interesantes exposiciones para entender lo que pasó en esa década, como lo que se puede esperar. Planteo de renegociación de contratos.
Por Luis Bruschtein
“El proceso de privatizaciones en la década pasada es uno de los ejes sobre el cual funcionó el patrón de acumulación en el modelo neoliberal; si se quiere transformar ese modelo, hay que rediscutir esas privatizaciones.” En ese punto coincidieron el economista del ARI, Rubén Lo Vuolo, su colega de la CTA, Claudio Lozano, el economista Alfredo Eric Calcagno, el presidente del CELS, Horacio Verbitsky, y la defensora adjunta del pueblo de la Nación, Norma Bevilacqua, en la presentación del libro “Privatizaciones y poder económico”.
Con diferencia de matices y acentos, los integrantes de la mesa que se reunió el viernes pasado en la Sala D del Centro Cultural San Martín señalaron la necesidad de un replanteo de las privatizaciones y destacaron la oportunidad en que se edita este libro, cuando las empresas privatizadas están presionando por un aumento de tarifas. Compilado por Daniel Azpiazu, el libro integra seis trabajos: “Las privatizaciones y la consolidación del capital en la economía argentina”, de Enrique Arceo y Eduardo Basualdo; “Los impactos de las privatizaciones sobre el mercado de trabajo: desocupación y creciente precarización laboral”, de Marisa Duarte; “La privatización de los servicios públicos y sus impactos distributivos”, de Camila Arza, y tres trabajos realizados por el compilador: “La recurrente renegociación de los contratos de los servicios privatizados. Rasgo distintivo del proceso y priorización sistemática de los privilegios empresarios”; “Las privatizaciones argentinas. Reconfiguración de la estructura de precios y de rentabilidades relativas en detrimento de la competitividad y la distribución del ingreso”, en colaboración con Martín Schorr, y “La captura institucional de los privilegios de las empresas privatizadas: ¿premura inicial o una constante en los noventa?”.
Al presentar a los integrantes de la mesa, Verbitsky señaló que se trata de un libro “notablemente oportuno porque plantea algunos ejes fundamentales para entender tanto aquello que nos pasó en esa década, como lo que podemos esperar” y lo definió como “una herramienta de lucha para el pueblo argentino en función de proyecto nacional”.
Lo Vuolo explicó que no se trata de un problema simplista “como decir que antes las empresas no pagaban impuestos y ahora sí, o que ahora funcionan los teléfonos”. Para el economista, las privatizaciones hacen al funcionamiento global del capitalismo doméstico. “Hubo un proceso institucional político para el cual se dictaron leyes y todo tipo de normativas y decisiones que llevaron a estos procesos de marginación y empobrecimiento”. También apuntó que “no tiene sentido discutir esta situación alrededor de un solo punto, que son las deudas de las privatizadas, sino que hay que encararlo en el marco de todo el proceso en el que recibieron enormes ganancias”. Y subrayó que “no hay que tener miedo a la renegociación de los contratos, porque en los hechos se vienen renegociando permanentemente”. De esta forma aludió al contenido de uno de los trabajos del libro que demuestra el incumplimiento sistemático de los pagos de canon, de inversiones y reinversiones de las ganancias y de compre nacional, entre otros puntos.
En este punto insistió también Calcagno, quien aludió a la “cláusula inconstitucional” por la cual ajustaron sus tarifas a la inflación en los Estados Unidos, lo cual les significó una ganancia de 9000 millones de dólares. “El 83 por ciento de la rentabilidad contable en Argentina pertenece a las empresas privatizadas”, agregó Lozano quien aclaró que el otro 17 por ciento pertenece a empresas argentinas que en gran medida también han sido transnacionalizadas.
Los panelistas hicieron referencia a otros resultados de la investigación del libro, donde se demuestra que en el 2000 Repsol-YPF tenía un margen de rentabilidad en España del 2,3 por ciento, en tanto que en Argentina, en esa misma época era del 14,3 por ciento. Calcagno expresóque las privatizadas sólo reinvirtieron el 27 por ciento de sus ganancias y que lo demás fue enviado a sus casas matrices, que a su vez les enviaban remesas en contrapartida para el funcionamiento operacional. “Esas remesas, que en realidad eran contrapartidas contables de las casas matrices, ahora son presentadas por las privatizadas como endeudamiento externo. Aun cuando eso fuera cierto, con los 9 mil millones de dólares que ganaron en forma ilegal, estarían en deuda con la sociedad argentina.”
Bevilacqua abordó el tema de la desocupación y del incumplimiento de todos los marcos regulatorios. Uno de los puntos de compromiso era que no se produjeran despidos “pero si se tiene en cuenta los despidos que se produjeron cuando fueron privatizadas, se llega a la conclusión que el 2 por ciento de los desocupados se produjo en ese momento por despidos del aparato estatal”. “Ya no se trata del viejo ejército de desocupados que el capitalismo necesita para abaratar la mano de obra, como decía Carlos Marx, eran desocupados que cada tanto tenían trabajo, ahora simplemente se trata de la expulsión salvaje de la actividad productiva, el desocupado no trabaja nunca más.”
Lo Vuolo subrayó la práctica rentística a la que se volcó lo que podría definirse como el capital nacional, en tanto que Lozano subrayó que “puede decirse que existen empresarios argentinos, pero ya no se puede hablar de ‘burguesía nacional’ con alguna inserción determinante en el proceso económico”. Destacó entonces, al finalizar la mesa, la importancia que tiene la creación de un gran movimiento popular, no sólo a través de una candidatura, sino a través de la articulación de todos los sectores de la sociedad, para abordar esa renegociación. “Los objetivos tienen que ver con la renacionalización y la creación de mecanismos de control, discutir niveles tarifarios, poder de compra de las privatizadas y el control de la explotación de recursos naturales no renovables.” Coincidió con los demás panelistas en que no habrá un cambio de fondo si no se aborda esa tarea, pero aclaró que sólo se puede hacer si se organiza un gran movimiento popular que apoye y sostenga esas tareas.