El último ídolo de River ya inició el camino del regreso al club de Núñez. El delantero Ariel Ortega reconoció ayer que ni él ni los dirigentes de la entidad procedieron de la mejor manera antes de su partida a Independiente Rivadavia de Mendoza, pero deslizó que no siente rencores y que sólo quiere pensar en su nuevo retorno. Ortega dijo que quiere “firmar cuanto antes” su desvinculación de la institución mendocina, y afirmó que tiene pensado sumarse al plantel dirigido por Néstor Gorosito “la semana que viene o la otra”.

“La idea ahora es descansar con la familia, pero tengo muchas ganas de sumarme al grupo cuanto antes. No sé cuándo se dará, pero firmaré los papeles y me sumaré la semana que viene o la otra”, indicó el jujeño al hablar por radio La Red.

El jugador reiteró que “estar en River” lo pone “feliz y contento”. “Yo necesito a River. Viví muchas cosas con este club y la gente siempre me trata muy bien. Soy un agradecido. Siempre que estuve en River me fue bien, y por eso quiero retirarme acá”, añadió.

Al referirse al distanciamiento que tuvo con el presidente, José María Aguilar, Ortega expresó: “No soy una persona que me fije en el pasado. Lo que pasó, pasó. Hubo errores de mi parte y de ellos (por los dirigentes), pero no vienen al caso. River me abrió una vez más las puertas, y mi deseo es estar con el grupo y jugar en gran nivel”.

Ortega, quien el jueves último estuvo reunido con Aguilar en la sede del club, comentó que “en lo personal” lo llena “de felicidad volver y entrenar con el club”. “Las ganas y las pilas están puestas. Estoy muy agradecido y tengo ganas de aportar lo mío. Primero tengo que hacer una buena pretemporada”, insistió.

Al hacer un balance de su paso por Independiente Rivadavia, Ortega reconoció que le fue “de la mejor manera” e intentó relativizar esa circunstancia al indicar que “son cosas que pasan”. “En Mendoza fue una experiencia más y estoy agradecido. Cuando uno llega a un lugar es para lograr objetivos, en este caso ascender, y no se pudo. Puede ser que haya sentido el cambio de categoría, pero nunca me gustó poner excusas”, subrayó el jujeño.

En el equipo mendocino, Ortega convirtió apenas cuatro goles, tres de ellos de penal, y sufrió tres expulsiones. “Creo que la racha de expulsiones influyó, fue impotencia de querer hacer todo y que las cosas no salgan. No pelear el campeonato dio un poco de bronca. Se juntaron cosas futbolísticas y no hay otra cosa”, remarcó. Su nueva etapa en River parece haber comenzado.