DEPORTES › UNA CONVERSACION SIN RED NI TEMAS TABU CON EL POLEMICO GERENCIADOR DE RACING
Para Marín, “Blanquiceleste pierde plata”
Fernando Marín confiesa o se jacta de que Blanquiceleste S. A., la gerenciadora de Racing, lleva invertidos 16 millones de pesos en la institución, que la gestión hoy “no es negocio” y que nada tiene que ver, en términos comerciales, con su amigo Macri.
Por Gustavo Veiga
El hombre con aspecto de playboy que peina canas conduce su proyecto desde las alturas. Está sentado en una espaciosa oficina, con el Río de la Plata como fondo y los docks reciclados de Puerto Madero al alcance de la mano. Para llegar hasta donde espera Fernando Marín, hay que subir 16 pisos, un número que, según él, mantiene armonía con la actualidad de Racing. Son 16 millones de pesos los que lleva invertidos Blanquiceleste S. A. en el club de Avellaneda. Sobre esta cuestión y otras relativas a su actividad de empresario que decidió comprometer sus dineros en el fútbol, dialogó con Página/12.
–¿Cómo está hoy la sociedad anónima que usted preside respecto a los pagos que le corresponde levantar de la quiebra?
–Nosotros tenemos firmado un contrato que está siendo cumplido en el marco de las obligaciones y los derechos. El primer vencimiento fue en agosto pasado, y lo cumplimos. Ahora hay otro en diciembre, como también vencimientos con acreedores cuyas deudas hemos remitido al juzgado por un compromiso contractual. Yo lo que no alcanzo a percibir es ¿con qué objetivo averigua el periodismo el lado morboso de la situación? Digamos... ¿Qué es Racing en esencia? Es fútbol y, dentro del juego, éste se compone de jugadores, del equipo, de la hinchada, del cuerpo técnico, todos factores que inciden en lo deportivo. Por eso, uno supone que en las páginas deportivas, en las audiciones de radio o televisión, debería ahondarse en esa médula. Y que lo otro, lo administrativo por llamarlo de alguna manera, debería ser lo lateral. Sin embargo, lo central en Racing es cuánto debe, cuánto paga... Como hombre de medios me puse a pensar eneso y tomé nota de que Racing, en los últimos diez años, fue noticia en las páginas policiales. El club, entonces, tiene ese efecto residual de lo policial.
–El fútbol es también un negocio y usted se introdujo en él para buscar rentabilidad. Lejos quedó el lado lúdico de ser lo único medular.
–Yo me preguntaba esas cosas a propósito de lo siguiente: ¿el espejo del gerenciamiento molesta? Porque si nosotros tomamos el Racing de ayer y el Racing gerenciado, en este último encontramos orden, sueldos al día, refacciones en el estadio, pretemporadas del nivel que exige un plantel de primera categoría, un equipo campeón y al mismo tiempo protagonista. Todo esto encontramos en el Racing gerenciado. Y en el del ayer hubo caos, quiebra, juicios, policías, síndicos, jueces, de todo. Y esto no quiere decir que sostenga el gerenciamiento a ultranza. Porque no somos ni los dueños del club ni mucho menos. Somos concesionarios del área de fútbol de Racing, tanto profesional como amateur.
–¿Cómo cree estar considerado hoy entre los socios e hinchas de Racing?
–No como lo que se escucha, lo que se lee y lo que se escribe, que a lo mejor representa una minoría. La realidad es que si hoy se le pregunta al simpatizante de Racing sobre el gerenciamiento, pienso que un 80 por ciento está de acuerdo.
–¿Es un pálpito o mandó a realizar una encuesta?
–Yo, si tengo que medir, cuento con ciertos elementos. Por ejemplo, los mails que recibimos. Ese mecanismo marca una tasa superior al 80 por ciento..., o lo que indican algunas audiciones que no son partidarias, en el sentido político, y sí totalmente abiertas, como “La Cocina de Racing”, de Alberto Martín, “A todo Racing”, en Radio Belgrano o “La Cancha”. Eso no quiere decir que no haya puteadas, como ocurre después de un partido si perdés 1 a 0. Es el mismo hincha que, por ahí, a los diez minutos te dice: Seguí así Marín, no aflojés.
–¿Cuál es su visión sobre lo que podría suceder con el juicio por administración fraudulenta que se les sigue a varios ex dirigentes de Racing en Lomas de Zamora?
–Yo, cuando llegué hasta aquí, dije: no voy a hacer autopsias. Eso es mirar el pasado. Si me fijo en el pasado puedo confundirme. Y no quiero meterle pasión y bronca a esta cuestión, que como cualquier hincha las tengo, a cuestiones que se pueden tergiversar. Me parece más prolijo y más sano no mirar hacia atrás. Opino de la gestión nuestra para adelante.
–El 31 de diciembre de 2001 venció la primera cuota de la quiebra que debía pagarle Blanquiceleste a la AFA. ¿Se abonó o volvieron a darles una mano más desde la asociación?
–La AFA es el ente rector del fútbol argentino y, por lo tanto, debe repartir sus ayudas por igual entre todos los clubes que están bajo su paraguas. Esto es natural, no es un trato particular. En su momento cooperó con Racing porque es una marca que le hace bien al fútbol. Es como si desaparecieran River o Boca. Gracias a que la AFA, entre otras gracias, aprobó esta fórmula del gerenciamiento que puede convivir con las asociaciones civiles, Racing está vivito y coleando. La AFA era acreedora del club y Blanquiceleste tiene la obligación de hacerse cargo de todos los pasivos de Racing.
–¿A cuánto asciende el crédito verificado que tiene la AFA y que ustedes deben abonarle?
–Es de alrededor de cuatro millones y pico, más otra cifra de esa importancia sujeta a verificación. Quiero decirle que nosotros tenemos acreencias con la AFA, que pasan por una cuenta corriente, que se concilian o no, pero que indican un trato traslúcido. Si hoy se fuera Blanquiceleste de esta gestión gerenciadora, a Racing le desaparece la deuda con la AFA.
–¿Cómo es hoy la situación económico.financiera de su empresa?
–Con absoluta transparencia, estamos bajo las condiciones que atraviesa un país como Argentina. Si yo le dijera ahora que nuestra empresa está bárbara, que gana plata, no. Al contrario, bajo esta gestión, Blanquiceleste hoy pierde plata. Nosotros tenemos que realizar los aportes para mantener todos los sueldos al día. Los del plantel, por ejemplo, están pagos hasta septiembre.
–¿Cuántos empleados tiene su compañía entre jugadores, técnicos y administrativos?
–Y, en total, unas 250 personas, donde cuento hasta el personal por reunión.
–¿Cómo es la relación de ustedes con la otra empresa gerenciadora, Racing 2000, que tiene a su cargo la sede social de Avellaneda?
–Con ellos no tenemos ninguna vinculación, más allá de un pago verificado que tuvo Nuevos Clubes Argentinos. Hasta separamos, para que sea más prolijo, temas como el de los medidores de luz en la parte de quinchos. O sea que la relación nuestra es sólo administrativa y se da una vez por mes.
–¿Cuánto dinero invirtió hasta ahora su sociedad anónima en Racing?
–Son 16 millones de pesos en el uno a uno de hoy. Pero fueron más de catorce millones de pesos el año pasado. Y me refiero a pagos por todo concepto. Hemos invertido en compras de jugadores, sueldos y primas, verificaciones, construcciones nuevas, en todo. Me gustaría contestar a su pregunta sobre si gano plata o no, expresándole que hoy el fútbol, así como está, no da ganancias. No hay sponsors de acuerdo a la inversión, la morosidad es muy alta, la entrada muy baja para los costos que existen. El gasto más alto y la variable de ajuste está en el salario de los futbolistas. Por eso, los dirigentes se viven endeudando y no se dan cuenta de que generan un cúmulo de juicios. Los clubes, en lugar de firmar un contrato, contraen juicios a futuro.
–Blanquiceleste, en este marco, ¿busca nuevos socios para conseguir oxígeno económico?
–Ojalá hubiera inversiones, eso querría decir que el fútbol argentino anda bien y que Racing es atractivo. Esta es una sociedad anónima que tiene acciones. Si el negocio funcionara bárbaro, vendrían inversores y dirían que quieren comprar acciones de Blanquiceleste..., sería excelente. Ahora, no creo que hoy venga ninguno.
–¿Ha pensado en algunos mecanismos para generar inversiones, como un fondo bursátil al estilo del que impulsó Mauricio Macri en Boca o cotizar acciones de su empresa en la bolsa?
–Si la situación evolucionara sí, serían viables. Dios quiera que esto suceda. Y los activos serían los pases de los futbolistas y todo lo que Racing puede generar con el marketing: el merchandising, las acciones dentro del estadio, tanto promocionales como artísticas, las presentaciones del equipo en el exterior, en fin...
–Si el fútbol no da ganancias, como usted sostuvo, ¿qué ingreso mantiene operativa a una empresa como Blanquiceleste?
–La inversión...
–A propósito de esto, se ha dicho públicamente que usted no es el inversor genuino de la empresa, que representa intereses de terceros y que, uno de ellos, podría ser el grupo Macri. ¿Qué responde?
–Los inversores que tiene Racing son muchísimo más poderosos que yo. Los socios de Blanquiceleste que están en Europa poseen cien veces más dinero que Fernando Marín. Son señores que no tienen nada que ver con el fútbol. Acá somos dos socios que pusimos una plata importante: De Tomaso y quien le habla. Si juzgan que puse o que no, no me importa. Yo tengo todo al día, soy presidente y accionista de la empresa. Ahora, hay otras personas que tienen el 48 por ciento de Blanquiceleste. Y no son un fondo de inversión, ni están representados por Osvaldo Ardiles... Sonextranjeros. Son hombres de negocios a los que les resultó atractivo el proyecto. Me aventuro a decir que de paso testearon algún tipo de inversión de riesgo en la Argentina dentro del show business.
–¿Usted niega ser socio de Mauricio Macri?
–Yo soy amigo de Mauricio Macri, pero él como Boca y yo como Racing, debemos sentir la misma bronca que Defensores de Belgrano y Excursionistas. No creo que se le pueda pasar por la cabeza a alguien vincularnos, es un disparate total. Ahora bien, como amigos, si él tiene a Gustavo Barros Schelotto en el Villarreal y no juega... Cuando lo comentó el técnico y me lo pidió: ¿por qué no llamás a Mauricio que está fulano allá? Entonces hice esa gestión. Y lo de Marchant, surgió cuando Juan Simón, su representante, dijo que el técnico en Boca no lo tenía en cuenta y se ofreció a preguntarle a Macri si lo cedía. Entonces, le dije que sí. Es mucho más simple que ese rebusque maquiavélico.
–Se trata de seguir la pista del dinero, que en el periodismo siempre es una hipótesis a tomar en cuenta.
–Le voy a decir más. El Chelo Delgado estuvo sentado acá y arregló todo con nosotros a principios de esta temporada. La prima, el sueldo... Lo llamé a Mauricio y le comenté. El me respondió: “¿Querés que me maten? Yo voy a hacer lo imposible para que no se vaya”. Y, entonces, me propuso: “Bueno, te lo vendo por el 50 por ciento de Bastía y el 50 de Milito...”. Me dijo una boludez. Esta es la otra verdad y a cada rato tuve que salir a aclararla. Soy amigo de los Macri, nunca lo negué, pero no tengo nada que ver con ellos en lo comercial.