A pesar de que los futbolistas pretendían jugar en la cancha de Boca, finalmente Estudiantes afrontará mañana la revancha ante Defensor Sporting de Uruguay, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, en el Estadio Ciudad de La Plata, más allá de que el césped del campo de juego se encuentra en malas condiciones. La confirmación llegó después de una reunión mantenida por jugadores, cuerpo técnico y el presidente del club, Rubén Filipas, que estuvo acompañado del vicepresidente primero Marcelo Malaspina, y uno de los encargados del fútbol profesional, Eduardo Vera.

Las partes, luego de analizar la situación, consensuaron igualmente jugar allí el partido ante los uruguayos y evitar el traslado de los hinchas fuera de La Plata, que en el primer día de venta de entradas adquirieron 12 mil localidades sin saber que el equipo iba a jugar lejos de la ciudad. La directiva había manejado la posibilidad de llevar el partido a la Bombonera, o al estadio de Racing. Pero luego de intercambiar diferentes puntos de vista, se resolvió no modificar el escenario del compromiso con los uruguayos, por un lugar en las semifinales.

La noticia sorprendió, ya que después de que los futbolistas recorrieran el lunes pasado el césped del estadio se había decidido que el partido no se jugara allí, debido al muy mal estado en el que se encuentra, tras el recital que brindó en el lugar, el 30 de mayo último, el grupo de rock La Renga. El capitán del equipo, Juan Sebastián Verón, había puntualizado que “era un desastre”, y conceptos similares brindaron sus compañeros y el técnico Alejandro Sabella.

Filipas anunció ayer al mediodía que tuvieron “una reunión con el cuerpo técnico y el plantel, y atendiendo que las condiciones del estadio no eran las mejores, eso está claro, y que los encargados de reacondicionar el campo de juego no habían hecho lo que se debía hacer. Todo eso, pese a que el club había ofrecido su personal para hacer las refacciones, decidimos priorizar el aspecto deportivo con respecto a la localía, y que la gente había sacado la entrada y que por un cambio de escenario se vería en la posibilidad de devolverla por no poder ir, se decidió jugar en el estadio de 32 y 25”.

Filipas dijo que la decisión de jugar allí fue “pura y exclusivamente” del club, y desmintió que Estudiantes hubiera recibido alguna presión del gobierno provincial para no modificar la localía. “Nadie nos dijo que teníamos que jugar sí o sí en la ciudad de La Plata. Esta es una decisión tomada en consenso con el cuerpo técnico, el plantel y los dirigentes. Por supuesto, teniendo en claro que lo que ocurrió y la no refacción adecuada corre por cuenta de los que se debían hacerse cargo”, agregó el presidente. Y anunció también que “en el estadio sigue trabajando gente de Estudiantes, dando una mano para que el campo de juego esté en las mejores condiciones para el partido”.