Los exabruptos de Diego Maradona tras la clasificación en Uruguay no pasaron inadvertidos para las autoridades del fútbol mundial. Tanto que el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, aseguró ayer que la entidad que dirige le iniciará un “proceso disciplinario” al técnico de la Selección Argentina por sus declaraciones y agravios a la prensa tras el encuentro del miércoles. Una muestra más de las repercusiones que generaron las bravuconadas del entrenador, que reafirmó que no necesita pedir disculpas por sus dichos.

Mientras se encuentra en Egipto por la disputa del Mundial Sub-20, Blatter anunció la decisión de la FIFA. “No nos quedará otra opción que abrir un expediente disciplinario al técnico de la Selección Argentina”, señaló el dirigente a la prensa en El Cairo. Según el suizo, los dichos de Maradona se enmarcan en el artículo 58 del organismo, que permite sancionar a quien “hiera la dignidad de una persona”. En principio, el infractor puede recibir una sanción de cinco fechas de suspensión y una multa económica. Habrá que ver qué trato recibe el entrenador en el comité disciplinario y qué influencia puede ejercer Julio Grondona, uno de los vicepresidentes de la FIFA.

El artículo citado por Blatter consigna: “El que mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona o a un grupo de personas en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen de forma que atente contra la dignidad humana será suspendido por un mínimo de cinco partidos. Además, se prohibirá al infractor el acceso al estadio y se le pondrá una multa no inferior a 20 mil francos suizos (alrededor de 77 mil pesos)”.

Pese a la dureza de sus declaraciones y al repudio mundial que generaron esos dichos, el técnico del conjunto nacional aseguró que no pedirá disculpas. De acuerdo con su interpretación, apenas se trató de “un desahogo”. “No voy a volver atrás, cada uno sabe lo que dijo. Parecía que muchos periodistas querían que la Selección se quedara afuera del Mundial”, remarcó Maradona.