La receta de la prosperidad que convirtió al fútbol español en el mejor pago del mundo está a punto de vencerse. La conocida ley Beckham, que les permitió a los jugadores extranjeros con contratos superiores a los 600 mil euros anuales pagar menos impuestos, será modificada. Ya no tributarán el 24 por ciento de sus ganancias, sino que deberán pagar el 43 por ciento, como cualquier nativo del reino con parecidos ingresos. La medida, acordada por los socialistas en el gobierno con Izquierda Unida, Iniciativa por Cataluña Verde y el Bloque Nacional Gallego, ya generó la amenaza de un paro de la Liga Profesional (LFP), que teme perder a las principales figuras del torneo. “Es un perjuicio irreparable para el fútbol español”, dijo el presidente de la entidad, José Luis Astiazarán. Como fuere, la iniciativa es una respuesta tardía de la clase política a los abusos que se cometieron con una ley que había sido concebida para otra cosa: promover la contratación de talentos extranjeros en ciencia y técnica.

Aunque no lo alcanzará porque no tiene carácter retroactivo, la norma comenzó a discutirse cuando el Real Madrid contrató para esta temporada al portugués Cristiano Ronaldo. Pagó por su pase, el más caro de la historia, 94 millones de euros al Manchester United y le extendió al delantero un contrato de unos 10 millones por año. La cuestión es que el portugués tributa un 24 por ciento de sus ingresos gracias a la ley y los futbolistas españoles más conocidos, como Iniesta, Xavi o Raúl, tienen que abonar el 43 por ciento. Una desigualdad manifiesta. Ni qué hablar si se compara la situación de Ronaldo con los ciudadanos de a pie que cobran 60 mil euros al año y tributan el mismo porcentaje que las figuras del Barcelona o el veterano delantero del Madrid.

El aumento de 19 puntos, según los medios españoles, les implicará a los clubes aumentar sus gastos en 100 millones de euros, porque pagan los impuestos de sus jugadores, que negocian sueldos libres de gravámenes. “La liga perderá potencia y dejará de ser la mejor del mundo en detrimento de otras. Habría menos consumo de televisión de pago y así, en cadena, menos interés de los patrocinadores, menos afluencia a los estadios y al Estado ingresaría menos fiscalmente”, agregó Astiazarán.

La llamada ley Beckham, porque el primero en acogerse a ella fue el volante inglés cuando jugaba en el Real Madrid, le permitió al fútbol español tener los costos fiscales más bajos del continente europeo entre las ligas más poderosas (ver aparte). No fueron las empresas de tecnología, sus directivos ni sus profesionales calificados quienes se beneficiaron mayoritariamente de la norma.

El régimen tributario especial regía desde el 1º de enero de 2007 y se caerá a partir del mismo día de 2010. Los socialistas, que necesitaban negociar en el Congreso medidas presupuestarias, tomaron la propuesta de la izquierda de gravar la renta de los que más ganan. Cristiano Ronaldo debe ser el asalariado mejor remunerado de España.

La ley fija para recibir la menor tasa de impuestos que la persona física no haya vivido en España durante los diez años anteriores, que el desplazamiento hacia el país se produzca como consecuencia de recibir un contrato de trabajo o que éste se realice en España. El reducido número de afectados por el aumento en el porcentaje a tributar le da un carácter un tanto simbólico a la medida. No son demasiados los que ganan como Cristiano Ronaldo, Kaká, Ibrahimovic y nuestro más cercano Leonel Messi. En cambio, como contrapartida, a la ley se le restituyó una deducción de 400 euros a las personas de menores ingresos que sí beneficia a más de 2 millones de contribuyentes.