Jueves, 17 de diciembre de 2009 | Hoy
DEPORTES › EL ASTRO FUE CLAVE EN LA VICTORIA EN LA SEMIFINAL DEL MUNDIAL DE CLUBES
Como el planeta futbolístico y la FIFA esperaban, el campeón de la Champions League será el rival de Estudiantes en la definición del certamen que se disputa en Abu Dhabi. El rosarino jugó algo más de media hora y la rompió.
Con Lionel Messi en el campo, el Barcelona es más fuerte y mejor equipo, certeza que volvió a cumplirse en la semifinal del Mundial de Clubes, ya que la entrada del argentino en acción, tras ser suplente, contribuyó de forma notable para que su equipo se impusiera al Atlante mexicano y alcanzase la final del torneo.
Así, el Barcelona se medirá el sábado ante Estudiantes en la final esperada y deseada también por la FIFA, en lo que será, una vez más, una confrontación entre el fútbol europeo y el sudamericano, como fue durante varias década la Copa Intercontinental.
El Atlante desplegó un dispositivo en defensa para alejar al Barcelona unos cuarenta metros de su arco, con dos claras líneas de cuatro jugadores en cada una, que impidieron que Xavi, Iniesta y Touré, junto a Sergio Busquets, en el centro del campo tuviesen espacios.
Además, Velázquez marcó muy de cerca a Xavi para impedir que el Barcelona dispusiera de su jugador más creativo. El Atlante no se amilanó en ningún instante y cuando tuvo la pelota intentó moverla con criterio, igual que sucedía en el bando rival.
Así consiguió la sorpresiva apertura del marcador cuando en una pelota larga sobre el área, Guillermo Rojas le hizo un sombrero a Víctor Valdés en la salida desesperada del arquero azulgrana y cuando el balón estaba a punto de salir fuera, el delantero mexicano puso el pie izquierdo para marcar el tanto.
A partir de ese momento, la pelota quedó casi en exclusiva bajo el dominio del Barcelona, a excepción de un par de jugadas, como ésa en la que Fernando Navarro encaró a Valdés pero remató sin precisión. Ibrahimovic forcejeó una pelota con el arquero argentino del Atlante, Federico Vilar, pero el atacante del Barcelona se perdió el empate. Semejante dominio tuvo su premio en el minuto 35, cuando Sergio Busquets marcó el tanto del empate después de peinar el balón Yaya Touré. En la última jugada del primer tiempo, Dani Alves tuvo el gol, pero remató desviado.
En el segundo tiempo, Guardiola aguardó unos minutos para ver cómo afrontaba su equipo la segunda parte y en el 54 se decidió por un doble cambio que decidió la suerte del partido. Entró Messi, ante el delirio de los hinchas, y también Piqué, por Touré y Rafa Márquez, respectivamente.
En la primera pelota que tocó, Messi recibió dentro del área, gambeteó al arquero y con un disparo cruzado envió la pelota al fondo de las mallas ante la algarabía en el estadio, completamente lleno y entregado al astro argentino del Barcelona.
El Atlante entendió que su participación en el Mundial de Clubes se había terminado, aunque Rojas casi marca el empate y Valdés le salvó el gol a Márquez. A pesar de estas acciones, el Barcelona volvió a hacerse dueño del partido en una brillante acción de Iniesta, que puso la pelota en los pies de Pedro Rodríguez, que tocó sobre la salida de Vilar. El arquero tuvo mucho que ver para que el marcador no fuese más amplio: primero a Ibrahimovic, luego un cabezazo de Bojan y, en tiempo de descuento, a Messi.
El rosarino fue, por peso propio, el mejor futbolista del partido. En el Atlante se destacó otro argentino, el arquero Vilar, no así el ex River y San Lorenzo Santiago Solari, ni los que entraron luego, Andrés Carevic y Gabriel Pereyra.
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