El Juzgado Comercial Número 20 de Capital Federal decretó la quiebra de la empresa Blanquiceleste, que entre 2001 y 2008 gerenció el fútbol de Racing, según confirmaron fuentes judiciales. De esta manera, la mayoría de los acreedores de la empresa que gerenció el fútbol de Racing intentará demostrar que el club de Avellaneda puede ser deudor solidario con Blanquiceleste. Se proyecta para el futuro una pulseada jurídica sobre los derechos económicos de los jugadores de Racing que formaron parte de los planteles en la etapa del gerenciamiento.

Racing tiene a su favor sendos dictámenes de la AFA y de la FIFA en torno de que los pases de los jugadores no pueden pertenecer a empresas y eso le restaría fuerza a las demandas que surjan contra el club de Avellaneda.

Por irregularidades, la empresa que presidieron Fernando Marín y Fernando De Tomaso perdió el contrato de gerenciamiento de Racing en 2008, cuando le quedaban dos años más de convenio, con opción a diez más, algo que podía optar realizar en forma unilateral, según lo establecía el vínculo que tenía con la entidad de Avellaneda. El Juzgado Nº 20 decretó la quiebra por pedido de muchos acreedores, entre ellos Reinaldo Carlos Merlo, Gustavo Costas y Claudio López. También habían iniciado sus causas René Daulte (ayudante de Merlo), Francisco Maciel (jugador del Racing campeón del 2001), los clubes Cerro Porteño y Tiro Federal, la Municipalidad de Avellaneda y el ex presidente de la institución Daniel Lalín.