La Rosada llevará a cabo el próximo martes el almuerzo número dos, esta vez con los gobernadores con los que mantiene alianzas relativas: Corrientes, Santa Fe, Tierra del Fuego y Catamarca. Después de la primera reunión con los jefes territoriales del PJ y radicales K y tras el respaldo para intentar frenar la pelea por la Ley de Cheque en el Congreso, el Ejecutivo se apresta a orientar de alguna manera la discusión por más fondos que se abre dentro de las provincias. Para la semana siguiente quedó el último round, y el más duro. La Secretaría General de la Presidencia convocó para entonces a Mauricio Macri, Alberto Rodríguez Saá y Mario Das Neves. Ninguno dijo que asistirá.

En el almuerzo del lunes pasado, los 17 gobernadores escucharon a la Presidenta hablar de la evolución de la transferencia de dinero de Nación a las provincias desde 2003. En medio de la puja con la oposición parlamentaria por la modificación del reparto del impuesto al cheque, Cristina Kirchner volvió a decir allí que esa alternativa era “una irresponsabilidad”. Los senadores, cada uno a su turno, plantearon posiciones y formularon recetas en vistas a la discusión –abierta por Néstor Kirchner a comienzos de marzo– sobre la coparticipación. En ese escenario cobró fuerza la síntesis de un proyecto del cordobés Juan Schiaretti, que se acerca al Gobierno en medio de su pelea con Luis Juez, y del salteño Juan Manuel Urtubey. Se trata de una propuesta de fondos compensatorios que tomen como parámetros indicadores del PBI como red de agua, cloacas y viviendas. En el medio del debate, la Presidenta sugirió su apuesta de máxima: la derogación del impuesto al cheque.

De ese escenario, los gobernadores se fueron repitiendo en cámara la certeza de que se abría un canal de discusión de fondo. “Si me pregunta si el debate de la coparticipación se adelantó, le digo que sí”, explicó uno. El jujeño Walter Barrionuevo dijo a Página/12 que lo que seguirá ahora “es una discusión muy muy larga pero se va a tener que hacer pensando, seguramente, en algún mecanismo transitorio, complementario, aunque ninguna alternativa es fácil”.

Ese debate volverá a abrirse el próximo miércoles cuando Néstor Kirchner reúna nuevamente al Consejo del PJ. Un espacio que según uno de los jefes territoriales de aquí en más se mantendrá en estado deliberativo casi permanente.

Por afuera, el Gobierno se alista para recibir a sus próximos invitados. La agenda no será distinta a la del lunes. Pero son distintos los perfiles. Hermes Binner viene de iniciarle una demanda a la Nación por los recursos, pide la coparticipación completa de la Ley de Cheque y protestó porque había quedado excluido del cónclave. El domingo pasado Aníbal Fernández lo llamó por teléfono. El jefe de Gabinete, que tiene una relación personal con el gobernador de Santa Fe, adelantó la llamada formal que al día siguiente le hizo Oscar Parrilli.

Fabiana Ríos acaba de conseguir la suspensión del paro docente en Tierra del Fuego, en medio de una conciliación voluntaria todavía abierta. Durante los días de fuego, recibió un llamado de un senador del FpV para preguntarle por el impuesto al cheque. En ese contexto, adelantó la postura que, si hace falta, según sus voceros, repetirá el martes que viene: que la discusión no es política sino matemática, si antes la provincia recibía 70 millones y ahora puede recibir 300, eso es mejor; pero en aquella ocasión también le dijo al senador que él iba a tener que fundamentar en el recinto por qué votó una ley de presupuesto con ese financiamiento. Alrededor de la mandataria no saben aún si en Olivos se abrirá espacio para hablar de los fondos, mencionan la situación de crisis pero no olvidan que acaban de firmar un acuerdo histórico con Nación para empezar a recibir regalías hidrocarburíferas por los pozos adyacentes a Tierra del Fuego, que se encuentran en jurisdicción federal.

El caso de Ricardo Colombi no es distinto. El gobernador radical de Corrientes que ganó enfrentado a Julio Cobos, está preocupado por la plata. Con una deuda con proveedores de 500 millones de pesos, herencia del mandato de su primo Arturo, pidió ser incorporado a las provincias beneficiarias del Programa de Asistencia Financiera, anunció que emitirá un bono y espera una respuesta.

En tanto, habló Florencio Randazzo. El ministro del Interior, que estuvo a la cabeza de la convocatoria del lunes, negó que la reunión de gobernadores haya sido un intento del Gobierno por “neutralizarlos”. “¿Miedo de qué van a tener? Se quiere demonizar al gobierno nacional y hacer aparecer en forma claudicante a los gobernadores frente a un gobierno nacional que los somete”, se quejó.