Después del revés judicial al intento de frenar el uso de reservas del Banco Central para pagar deuda pública, la oposición desestimó la apelación ante los tribunales, pero continuará con la arremetida contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 298 que crea el Fondo de Desendeudamiento Argentino (Fondea). Senadores y diputados opositores buscarán declarar nulo el DNU la semana entrante en los recintos de ambas cámaras. El kirchnerismo, en tanto, buscará bloquear la embestida, mientras propone avanzar en la discusión de los proyectos de ley presentados por los propios legisladores de la oposición, que con diferentes propuestas habilitan el uso de reservas para saldar los vencimientos de 2010.

“No vamos a apelar. Es el turno del Congreso”, dijo el diputado radical Ricardo Gil Lavedra a Página/12. De esa manera, el ex camarista, que elaboró el escrito con que la UCR recurrió a la Justicia para bloquear el uso de reservas, desestimó seguir con el camino judicial. En el mismo sentido se pronunció la peronista disidente Graciela Camaño, autora de la otra presentación judicial ahora rechazada por la Cámara en lo Contencioso Administrativo: “Vamos a apelar a la racionalidad del bloque oficialista para que se siente en sus bancas y discuta la decisión de fondo”, remarcó.

Radicales, peronistas anti K y la Coalición Cívica coincidieron en señalar que la próxima semana “se cumple el plazo de días para tratar en el pleno de ambas cámaras el DNU 298, con o sin dictamen de la Comisión Bicameral de Seguimiento de Trámite Legislativo”.

“La semana que viene vamos a ir al recinto a suerte o verdad”, dijo el jefe del bloque de senadores de la UCR, Gerardo Morales. Para la UCR, la prioridad es anular el DNU, para luego discutir el uso de reservas. Morales dijo que presentarán un proyecto propio, pero el radicalismo todavía no saldó las diferencias internas sobre la iniciativa que llevará al Congreso.

“Tenemos que iniciar una discusión”, sostuvo el jefe del bloque K, Miguel Pichetto, en referencia al debate de una ley que habilite el uso de reservas. “Es uno de los temas centrales que tiene el Congreso”, remarcó. El oficialismo quiere que se discutan los proyectos opositores presentados en el Senado antes de que el DNU llegue al recinto. Aunque tampoco ocultan su preferencia por la iniciativa del díscolo peronista pampeano Carlos Verna, que se opone al DNU pero no al uso de reservas y presentó un proyecto similar al DNU que crea el Fondea.

El proyecto de los radicales correntinos José Roldán y Josefina Meabe también habilita el uso de reservas para cancelar deuda, pero al mismo tiempo proponen que el Gobierno condone el cincuenta por ciento de las deudas provinciales que ahora afronta el Estado nacional. El senador porteño Samuel Cabanchik propone que el Gobierno recurra al Congreso para que habilite el traspaso de reservas, vencimiento por vencimiento, y demuestre que no tiene recursos presupuestarios para afrontarlos. El ex legislador de la CC considera que su proyecto “es el único que podría atravesar con éxito la Cámara baja, con apoyo de un sector de la oposición”.

El PJ disidente, que comanda Felipe Solá, prepara un proyecto de un solo artículo, donde al mismo tiempo de habilitar el uso de reservas, declara la coparticipación total del impuesto al cheque y la forma de reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). “Si la Presidenta lo veta, también vetará el uso de reservas”, sostienen.

Pero la oposición quiere primero rechazar el DNU antes de habilitar el debate sobre los proyectos que hasta ahora ha bloqueado en las comisiones legislativas donde tiene mayoría. La cobista Laura Montero, presidenta de la Comisión de Economía, se niega a tratarlos hasta que el ministro de Economía, Amado Boudou, responda a un pedido de informe. En Presupuesto, habrá que esperar la decisión final que adopte Verna, que puede volcar la votación de la comisión. La única duda opositora no es menor: si lograrán reunir los 37 senadores que le den el quórum para sesionar y “voltear” el DNU presidencial.

En Diputados, el kirchnerismo corre con desventaja numérica. El conglomerado opositor le pedirá al presidente de la Cámara, el oficialista Eduardo Fellner, que convoque a una sesión para discutir el DNU 298.

Elisa Carrió insiste en la interpretación de que el DNU carece de validez después de que Diputados declarara de “nulidad absoluta” al ya desechado decreto 2010 que creaba el Fondo del Bicentenario. Sin embargo, quiere llevar al recinto la semana entrante su propio proyecto de declaración para rechazar el DNU 298 en los mismos términos. Lo avalaría el resto de la oposición.

En tanto, el oficialismo se abroquelará detrás de su impugnación administrativa sobre un dictamen que considera “viciado de irregularidades legislativas”. Afirman que el despacho opositor no fue ratificado en un plenario de las comisiones a las que fue girado –Presupuesto, Finanzas y Asuntos Constitucionales– y que tampoco tiene la firma de la mayoría de los integrantes en dos de las tres comisiones que lo trataron. Incluso argumenta que un proyecto de declaración no puede anular un decreto. Pero tampoco descartan reunir la tropa propia para dar debate si no logran bloquear la embestida opositora.