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Levantadas las medidas cautelares, el debut del Fondo del Desendeudamiento está confirmado. El ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró a Página/12 que a partir de ahora el Estado se financiará con las reservas del Banco Central para cancelar vencimientos de capital e intereses contemplados en el Fondea. El próximo pago a realizar ronda los 200 millones de dólares correspondientes a distintos títulos. En un clima de euforia, los funcionarios del Gobierno se mostraron conformes con el fallo que despejó el escenario para que la herramienta entrara en acción. En abril, el servicio de deuda a cubrir con reservas ronda los 700 millones de dólares.

“Está todo dado para que se haga efectivo el financiamiento del pago de deuda a través de las reservas”, señaló Boudou a este diario. Los próximos vencimientos a cancelar rondan los 200 millones de dólares. En sintonía, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó que “a partir de ahora todos los vencimientos se pagan con reservas, de la cuenta que se encuentra abierta desde el 1° de marzo pero que no fue habilitada”. Según precisó el funcionario, ayer se realizaron pagos de deuda por 144 millones de dólares con fondos del Tesoro. El ministro apuntó que los pagos con recursos del Fondea comenzarán la semana próxima.

Las primeras obligaciones a cancelar con ese mecanismo corresponden principalmente a la familia de los Par Descuento, en dólares y euros, y los Boden, denominados en pesos. El desinhibido DNU habilita el uso de 4382 millones de dólares provenientes de las reservas del Banco Central para cancelar capital e intereses de cuatro conceptos relevantes: Boden (2592 millones), Par Descuento (759 millones), Préstamos Garantizados (531 millones) y Bonar (500 millones).

A comienzos de marzo se había frustrado lo que hubiese sido el primer pago con ese mecanismo y el Tesoro utilizó recursos corrientes para cubrir 17 millones de dólares correspondientes a vencimientos del Bonar 15, un título denominado en pesos. Esta vez, con la vía judicial despejada, en Economía y Casa Rosada confían que las obligaciones se cubrirán con los recursos estipulados por el Fondea.

En medio de la euforia por los fallos judiciales y el paso por el Senado de Boudou (ver página 5), funcionarios de esa cartera remarcaban que no se trata de la “apropiación” por parte del Gobierno de las reservas internacionales del BCRA sino de un préstamo de la autoridad monetaria. El organismo que preside Mercedes Marcó del Pont recibirá a cambio sendas letras del Tesoro intransferibles a diez años. Esos papeles devengan semestralmente una tasa de interés igual a la que devengan las reservas en el mismo período.

Además, la entidad actúa en una parte de las operaciones de deuda como agente de pago, el intermediario en las transacciones del Tesoro. Ayer por la noche, en las oficinas del Central no habían recibido ninguna comunicación formal para el giro electrónico de los fondos, pero desde el organismo aclararon que esa indicación puede llegar el mismo día del pago.

Durante todo 2010, el Estado deberá cancelar alrededor de 7000 millones de dólares entre el sector privado y organismos internacionales. Esa cifra surge de descontar las tenencias intrasector público. En agosto, el mes con más cargas, el Fondea tendrá su momento estelar cuando venzan más de 2000 millones de dólares de capital correspondientes al Boden 2012. Como la Anses, y otros organismos públicos, tienen una parte significativa de esas colocaciones, el Tesoro deberá desembolsar una cifra que ronda los 1700 millones de dólares.

El pago a organismos financieros internacionales –fundamentalmente BID y Banco Mundial– asciende hasta los 2187 millones de dólares. El decreto que habilitó el uso de “reservas excedentes” para las necesidades de financiamiento con esos organismos no fue cuestionado por la Justicia ni por la oposición. Por eso, desde principios de mes el Central canceló cerca de 240 millones de dólares de deuda con los multilaterales.