Miércoles, 31 de marzo de 2010 | Hoy
EL MUNDO › DENUNCIAN QUE VEINTIúN SUICIDAS ENTRENADOS EN TURQUíA PERMANECEN ACTIVOS EN LA CAPITAL RUSA
En un día de luto nacional por el atentado suicida en el subte de Moscú, el premier ruso prometió “sacar del fondo de las cloacas” a los responsables de organizar los atentados suicidas que mataron a 39 personas anteayer.
Por Shaun Walker *
Desde Moscú
En medio de rumores que apuntan al reestablecimiento de una célula terrorista en Moscú, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, prometió ayer sacar “del fondo de las cloacas” a los responsables de organizar los atentados suicidas en el subte de la capital este lunes.
El país mantenía ayer una jornada de luto nacional por la muerte de 39 personas, producto de los ataques con bombas cometidos por dos mujeres suicidas en las concurridas estaciones subterráneas de la ciudad. Sin embargo,la noticia más preocupante fue la dada por el diario Kommersant de Rusia, en la que se afirmó que una célula de 21 potenciales atacantes aún permanecería activa.
La policía de Moscú continuaba ayer con la persecución de tres presuntos insurgentes, que se cree cooperaron con las atacantes suicidas. Asimismo, durante la jornada se dieron a conocer fotos de los rostros de ambas mujeres implicadas en los atentados, severamente desfiguradas por las explosiones. Una de ellas parecía ser muy joven, posiblemente una adolescente.
Hasta ahora, ningún grupo reivindicó los ataques, pero todos los signos apuntan al trabajo de grupos extremistas chechenos o de la extensa región del Cáucaso norte.
En el pasado se han producido varios atentados suicidas por parte de la insurgencia chechena. Sin embargo, el último ataque en la capital rusa fue hace seis años, razón por la cual la alta conflictividad en la zona sur del país había sido en gran parte olvidada por el común de la población moscovita.
Citando fuentes de seguridad, el matutino Kommersant informó que el líder terrorista asesinado por los servicios de inteligencia rusos este mes, Said Buryatsky, habría preparado, previamente a su muerte, una brigada con más de 30 potenciales atacantes suicidas.
Este grupo, integrado por mujeres, habría recibido entrenamiento en Turquía y luego retornado al Cáucaso, donde habría recibido instrucciones de Buryatsky. Nueve de ellas estarían involucradas en el despliegue de actos terroristas en la región del Cáucaso norte, mientras que el paradero de las 21 restantes aún se desconoce, según reveló el diario.
Buryatsky fue asesinado en Ingushetia, la volátil región fronteriza con Chechenia durante un operativo policial a inicios de este mes. En la jornada de ayer, fuerzas de seguridad rusas recorrieron la zona y realizaron múltiples allanamientos en casas de la región, buscando información que guiara a encontrar a los líderes de la insurgencia.
“Sabemos que están escondiéndose en estos momentos. Esto se ha tornado en una cuestión de orgullo nacional y será responsabilidad de las agencias de seguridad sacar a los terroristas de sus cloacas y traerlos a la luz del día”, dijo un visiblemente irritado Putin en declaraciones hechas ayer a la prensa. Según trascendió, un grupo de legisladores del Parlamento ruso pidió la restauración de la pena de muerte en el país para enfrentar al terrorismo.
Entre tanto, el presidente ruso Dmitri Medvedev –constitucionalmente, el hombre más poderoso en Rusia– fue más prudente en sus dichos. El mandatario reconoció que efectivamente los terroristas deberán ser perseguidos. Sin embargo, en sus declaraciones también resaltó las aterradores condiciones que aún existen en las regiones de Chechenia, Ingushetia y Dagestán, ubicadas en el sur del país, las cuales fomentan la gestación del terrorismo.
“Hemos destruido a los terroristas en el pasado y continuaremos haciéndolo”, sostuvo Medvedev. “Pero es mucho más difícil crear condiciones decentes y modernas para la educación y el trabajo en el Cáucaso, peleando también a los clanes políticos que se han desarrollado en la región tras siglos de corrupción”, agregó.
“De la única manera en que el progreso puede ser logrado y el desarrollo del Estado asegurarse es mejorando las condiciones de vida en esa región”, reflexionó el dirigente.
Desde su llegada al poder en 2008, el presidente ruso se ha presentado a sí mismo como más liberal que el premier Putin. Sin embargo, el actual mandatario ha elegido mantener su gestión política en un segundo plano respecto del poderoso primer ministro.
Algunos analistas señalan que los ataques terroristas del lunes podrían ser utilizados por Putin como un pretexto para ajustar los controles sobre la sociedad civil y terminar con la agenda liberal de Medvedev. Otros, en cambio, apuntan que la retórica liberal del presidente no es más que pura cháchara.
“Sé lo que las autoridades harán”, afirmó el ex primer ministro y líder de la oposición Boris Nemstov. “Reanudarán la persecución de opositores, habrá más censura y más espionaje político. También se impondrá una mayor cantidad de policías antimotines encargados de dispersar las protestas y marchas de la oposición. Simplemente, todo esto no nos salvará del terrorismo”, aseguró.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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